Protecci¨®n basada en una ley desfasada

Los parques nacionales, caduca figura de protecci¨®n del medio natural (el primero se en Espa?a en 1916), encuentran hoy amparo en la Ley 4/89, de 27 de marzo, de conservaci¨®n de espacios naturales y de la flora y fauna silvestres, y antes en la Ley de Montes de 1957 y en la m¨¢s reciente del a?o 1975. En desarrollo de esta legislaci¨®n nos encontramos hoy con 10 parques nacionales distribuidos por toda la geograf¨ªa nacional, Lista que pretende ampliarse con la creaci¨®n del de Caba?eros en Castilla-La Mancha, cuya ley de creaci¨®n fue aprobada ayer por el Congreso.Se comete un grave error creando m¨¢s espacios naturales protegidos (parques, reservas, etc¨¦tera) al amparo de una ley (la citada 4/89) que debi¨® ser derogada hace 15 meses para aprobar otra trasponiendo al derecho espa?ol la directiva 92/43, de 21 de mayo, relativa a la conservaci¨®n de h¨¢bitats naturales y de la fauna y flora silvestres. En efecto, esta directiva, que fue publicada en el Bolet¨ªn Oficial del Estado de 22 de julio, ordena que los Estados miembros (Espa?a) har¨¢n dicha trasposici¨®n en dos a?os. Han transcurrido ya dos a?os y 15 meses y el Gobierno no lo ha hecho.

Y refiri¨¦ndome ya a los parques nacionales, desde el punto de vista legal, es rigurosamente falso que protejan m¨¢s el medio natural que los llamados parques naturales o parques regionales; y es inexacto que la UE aporte fondos para los parques nacionales y no lo haga para los naturales o regionales. En cuanto a lo primero, basta una simple lectura de los art¨ªculos 10 y, 13 de la Ley de Espacios Naturales para comprobar que la protecci¨®n qu¨¦ se otorga al medio natural en los parques es id¨¦ntica en cuanto no distingue entre nacionales, naturales o regionales.

Otro aspecto a considerar es que en muchos parques nacionales, y especialmente el de Caba?eros, la pr¨¢ctica totalidad de los terrenos son de propiedad privada. Corno a partir de su creaci¨®n estos terrenos quedan sometidos al uso y disfrute p¨²blico, s¨®lo caben dos soluciones: o se expropian todas las fincas incluidas en el parque, o se permite a sus propietarios el pleno uso y disfrut¨¦ de sus propiedades en lo que viene llam¨¢ndose el aprovechamiento tradicional de los, recursos naturales (fundamentalmente caza, que es para lo ¨²nico que sirven estas tierras). De lo contrario se incumple la Constituci¨®n, el C¨®digo Civil, la Ley de Expropiaci¨®n Forzosa y la propia Ley de Espacios Naturales, que amparan la propiedad privada y exigen la expropiaci¨®n por utilidad p¨²blica o inter¨¦s social. Es demag¨®gico e ilegal como pretenden algunos pol¨ªticos y ecologistas, que los propietarios de tierras adquiridas leg¨ªtimamente- sigan siendo propietarios, sigan pagando los correspondientes impuestos..., pero que a la hora de usar, aprovechar o gestionar sus fincas no puedan decidir nada y lo hagan ecologistas y pol¨ªticos a trav¨¦s del patronato del parque.

La alternativa a la expropiacion es, naturalmente, que los propietarios, aun teniendo sus tierras dentro del parque, puedan continuar en el aprovechamiento tradicional de sus tierras. Esto, es tan posible como necesario, por varias razones: la primera, porque todas las tierras incluidas en el parque de Caba?eros s¨®lo tienen la utilidad de la caza, y la caza s¨®lo se practica sobre tres o cuatro, especies no protegidas y excedentarias; la segunda, porque el equilibrio de las poblaciones de c¨¦rvidos, etc¨¦tera -que s¨®lo se consigue a trav¨¦s de la caza-, permite conservar el bosque mediterr¨¢neo; la tercera, porque la gesti¨®n y mantenimiento de las fincas como cotos de caza beneficia notablemente a las especies protegidas (si hay conejos. y ciervos para cazar, sin duda tendr¨¢n donde alimentarse ¨¢guilas, linces o lobos, etc¨¦tera); la cuarta, porque el mantenimiento de los usos y aprovechamientos tradicionales (caza, corcho, etc¨¦tera) crea y mantiene cinco veces m¨¢s puestos de trabajo (guardas, caseros, tractoristas, auxiliares de caza, carniceros, taxidermistas, armeros, etc¨¦tera) que en un parque nacional; la quinta, porque sin perjuicio de la protecci¨®n que al medio natural (bosque, especies protegidas) otorga un parque, el mantenimiento de ¨¦ste es m¨ªnimo, pues, si se mantienen los aprovechamientos tradicionales, los servicios de guarder¨ªa y mantenimiento en general correr¨ªan a cargo de los propietarios cuyas fincas estuvieran integradas en el parque. En definitiva la protecci¨®n que al medio natural (gea, flora y fauna catalogada) otorga un parque es perfectamente compatible con el aprovechamiento tradicional de los recursos, especialmente la caza, la extracci¨®n de corcho y peque?as y tradicionales explotaciones agropecuarias. El ya manido y nunca aplicado principio del "desarrollo sostenible" significa aqu¨ª precisamente eso: hacer compatible la conservaci¨®n de la naturaleza con el desarrollo econ¨®mico.

Atendiendo a estas razones y a lo establecido expresamente en la directiva de h¨¢bitats mencionada, en el proyecto de ley de declaraci¨®n del parque nacional de Caba?eros se ha introducido una enmienda seg¨²n la cual el contenido del plan de uso y gesti¨®n del parque ser¨¢ el resultado de un convenio o acuerdo entre la Administraci¨®n central y auton¨®mica y los propietarios de tierras afectadas por el parque. Es justo y coherente que as¨ª sea porque es un supuesto previsto en la directiva citada, porque las tierras sobre las que va a operar el plan son privadas.