Francia recuerda a De Gaulle como su mayor figura del siglo XX

Hubo cientos de ceremonias. Una, ¨ªntima y para la familia gaullista, ante la tumba. Otra, espectacular y con numerosas autoridades, en Par¨ªs. Y muchos peque?os actos por toda Francia. Pero m¨¢s importante que las ceremonias fue c¨®mo recordaron ayer los franceses a Charles de Gaulle, a los 25 a?os de su muerte, ocurrida el 9 de noviembre de 1970: como uno de los tres personajes m¨¢s grandes de su historia, junto a Carlomagno y Napole¨®n, y como su figura m¨¢s importante del siglo XX.

La devoci¨®n por el general parece crecer con el tiempo. Una encuesta realizada por Le Figaro revela que m¨¢s del 80% de los franceses consideran positiva la acci¨®n de De Gaulle. Y en la admiraci¨®n colectiva no hay diferencias ideol¨®gicas o generacionales: desde los votantes del Partido Comunista hasta los del Frente Nacional, pasando por los socialistas, los liberales y, por supuesto, los gaullistas, y desde los j¨®venes de 18 a?os hasta los jubilados, todos dan su aprobaci¨®n al creador de la Francia actual.El embeleso colectivo ante la figura de De Gaulle es tal, que las encuestas le sit¨²an, nada menos que junto a Carlomagno y Napole¨®n, entre las tres figuras m¨¢s importantes de la historia de Francia. El hecho es especialmente llamativo por el hecho de que la mayor¨ªa de los franceses le conocieron en vida, y participaron en sus fracasos finales: mayo de 1968, la derrota en el refer¨¦ndum de 1969 y la dimisi¨®n como presidente de la Rep¨²blica.

La memoria de los franceses ve en el general De Gaulle al hombre de guerra. Al hombre del 18 de junio de 1940, el militar que, pr¨¢cticamente solo en Londres, se autoproclam¨® encarnaci¨®n de Francia ("Francia soy yo"), y al hombre de la liberaci¨®n, que con su entrada en Par¨ªs permiti¨® a sus compatriotas so?ar que hab¨ªan resistido ferozmente contra la invasi¨®n alemana y que hab¨ªan ganado la guerra.

De hecho, De Gaulle consigui¨® que el mundo situara a Francia entre los vencedores de 1945, pese al Gobierno colaboracionista de Vichy y pese a que Francia permaneci¨® ocupada hasta 1944. Seg¨²n las encuestas, los franceses siguen a¨²n convencidos de que su pa¨ªs desempe?¨® un papel esencial en la victoria de los aliados contra el Tercer Reich.

Menos recordado, aunque siempre valorado positivamente (62%), es su papel de fundador de la V Rep¨²blica. Y, sin embargo, De Gaulle dio a Francia el m¨¢s largo periodo de estabilidad constitucional y pol¨ªtica de su historia reciente. La Constituci¨®n presidencialista; la retirada de Argelia, ¨²ltima y m¨¢s apreciada joya del imperio colonial; la creaci¨®n del franco fuerte, y el establecimiento de un cuidado equilibrio social que hoy se derrumba, fueron las bases de una Francia fuerte, entroncada con la tradici¨®n napole¨®nica y masivamente a?orada en la actualidad.

Incluso quienes m¨¢s criticaron su llegada al poder en 1958, en condici¨®n de dictador tolerado, acabaron elogi¨¢ndole. Un caso muy representativo fue el de Fran?ois Mitterrand, quien calific¨® la Constituci¨®n gaullista de "golpe de Estado permanente" y no la alter¨® en una sola coma cuando lleg¨® a la presidencia. Para los franceses, De Gaulle permanece asociado a dos palabras: grandeza (la c¨¦lebre grandeur gaullista) y autoridad.

Lo que no admite la mayor¨ªa de los franceses es el uso del gaullismo como instrumento para el debate pol¨ªtico actual. Un 57% de ellos cree que el t¨¦rmino gaullismo est¨¢ superado, y un 68% opina que las referencias de los pol¨ªticos al general son injustificadas. Malas noticias para el actual presidente gaullista, Jacques Chirac, compensadas por el hecho de que sus conciudadanos siguen considerando la presidencia como la instituci¨®n m¨¢s importante del Estado, muy por encima del Gobierno, el Parlamento, los partidos pol¨ªticos y los propios electores.