El Sporting sigue invicto en El Molin¨®n
V¨ªctor Fern¨¢ndez apost¨® por el juego ofensivo pero no le dio resultado
Como cada 15 d¨ªas, el Sporting se visti¨® de gala para alegrar el domingo a su gente. Esta vez lo hizo tan bien que a la media hora ya ten¨ªa casi todo el pesca do vendido y los puntos en el bote.V¨ªctor Fern¨¢ndez se marc¨® un farol y, cuando la situaci¨®n del equipopedia prudencia, apareci¨® con tres delanteros. Mirando. a la alineaci¨®n, Rezza debi¨® frotarse las manos. Sus jugadores iban a tener los espacios que se cotizan tan caros en El Molin¨®n. Despu¨¦s de un par de avisos, Salinas abri¨® un marcador que pudo ser un escarnio para el campe¨®n de la Recopa y que al final se qued¨® en un resultado llamativo. El atrevimiento de V¨ªctor Fern¨¢ndez no tuvo continuidad en el campo. Poco importa pintar rayas en una pizarra si los futbolistas escriben renglones torcidos. Esn¨¢ider aparte, la diferencia entre el Zaragoza que maravill¨® el a?o pasado y el que dio pena ayer es que Arag¨®n, Poyet, Nayim, ' Higuera y alg¨²n otro han ca¨ªdo en picado. Han perdido el juego fluido y avasallador para dar paso a las dudas y al conformismo.Cuando empez¨® el partido, el Sporting no sab¨ªa que se iba a encontrar un rival tan facil¨®n. Por e so, y por las dudas que provocaba su racha victoriosa en casa frente a equipos de la zona baja, el arranque. fue espectacular. Los sportinguistas salieron con tantas ganas como en el estreno liguero frente al Albacete y, al igual que entonces, se fue al descanso con 3-0. Fueron 45 minutos de gran nivel porque el Sporting no se amparaba en sus individualidades y parec¨ªa por fin, un equipo hecho y derecho. El Zaragoza ayud¨® con su visi¨®n positiva, algo que no se estila cuando un equipo se va de viaje.
El gol de Salinas, una muestra de lo que significa. la continuidad para un jugador, acab¨® con las dudas en el Sporting. Hasta ese momento hab¨ªa intentado imponerse, pero sin perder de vista la artiller¨ªa aragonesa. No hab¨ªa razones para pensar que el Zaragoza podr¨ªa romper su ineficacia ofensiva en Gij¨®n. Higuera, que incordi¨® mucho al principio, nunca encontr¨® acompa?amiento id¨®neo en los j¨®venes, Morientes y Dani.
La fiesta sportinguista del primer tiempo se complet¨® con el gol de David Cano, un chaval. que busca su sitio en la magn¨ªfica cosecha de futbolistas espa?oles j¨®venes suficientemente preparados. David Cano jug¨® con maestr¨ªa y sin estridencias, respaldado por un Hugo P¨¦rez plet¨®rico, que empuj¨® al equipo con detalles de su repertorio. El ¨²ltimo fue un ca?onazo que calent¨® las manos de Juanmi, dando oportunidad a Julio Salinas de seguir su asalto al pichichi.
Jugando al contragolpe, los gijoneses se plantaron muchas veces en superioridad ante Juanmi, pero hubo demasiada precipitaci¨®n en el remate y tambi¨¦n exceso de preciosismo. Ni el gol de Nayim cambi¨® el panorama porque el Zaragoza sigui¨® siendo una sombra.
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