Andrei Makine y su 'Testament Fran?ais', Premio Goncourt

Por primera vez en 92 a?os el prestigioso Premio Goncourt ha sido para una novela que ya hab¨ªa recibido otro galard¨®n, el M¨¦dicis concretamente. Andrei Makin¨¦ y su Testamet Fran?ais son quienes rompen con esa tradici¨®n casi centenaria.Hace 15 d¨ªas el presidente de la Academia Goncourt y tambi¨¦n novelista, Herv¨¦ Bazin, ya anuncio que su jurado no pod¨ªa continuar aceptando que, otros premios m¨¢s recientes y de menor trascendencia, como el M¨¦dicis o el F¨¦mina, limitasen el ¨¢rea de posibles del Goncourt, que como es sabido, consagra al igual que los citados s¨®lo libros ya publicados.

Razones est¨¦ticas

Adem¨¢s de alegar razones est¨¦ticas o principios de orden art¨ªstico, tambi¨¦n han influido en la decisi¨®n de Bazin y su jurado razones de ¨ªndole comercial, ya que las grandes casas editoriales francesas saben que el Goncourt asegura, adem¨¢s de los 50 francos simb¨®licos (poco m¨¢s de 1.000 pesetas) para el autor, la venta como m¨ªnimo de 100.000 ejemplares, una cantidad, que muy a menudo se convierte en 300.000 y que ha llegado en alguna ocasi¨®n a superar el mill¨®n. El jurado del Goncour ve¨ªa pues con malos ojos que premios con mucho menor peso promocional pudiesen arrebatarles los t¨ªtulos mas prometedores.Andrei Makine, que tiene 37 a?os, es un ruso que vive en Francia desde que cumpli¨® los ocho, donde se le concedi¨® asilo pol¨ªtico y es ap¨¢trida. En Testament Fran?ais evoca su vocaci¨®n de binacional a trav¨¦s de los recuerdos infantiles, que aparecen gracias a la figura de una abuela siberiana. Para Makine esta es su cuarta novela y las dos primeras tuvo que publicarlas como falsas traducciones del ruso. Se trataba de La hija de un h¨¦roe de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y de La confesi¨®n de un portaestandarte ca¨ªdo en desgracia, t¨ªtulos ambos que hacian referencia directa a la actualidad de su patria de origen.

Entonces los editores franceses, no aceptaron la personalidad franc¨®fona de Makine porque tem¨ªan ser v¨ªctimas de un enga?o como el perpetrado por Romain Gary, quien lleg¨® a inventarse a Emile Ajard para ganar dos veces el premio Goncourt y poner en rid¨ªculo a quienes le criticaban cuando publicaba bajo el primer nombre.

El ganador del Goncourt 95 asegur¨® ayer nada m¨¢s conocer la noticia que quer¨ªa dedicarlo a su editora, la fallecida Simone Galimard, responsabIe de las ediciones Mercure de France. "Acept¨® inmediatamente el manuscrito y s¨®lo me sugiri¨® que cambiase un participio en la p¨¢gina 202", explic¨® el escritor.

El Renaudot, otro premio que se concede el mismo d¨ªa que el Goncourt, ha sido para Patrick Besson, enfant terrible de las letras francesas y autor en este caso de un texto dedicado a la vida cotidiana de una familia de los suburbios. La novela premiada con el premio Renaudot, narra la historia de una familia de un barrio obrero pr¨®ximo a Par¨ªs, cuyo hijo ha sido encarcelado por haber violado a su madre. Patrick Besson, que obtuvo ya en 1985 el Gran Premio, de la Academia Francesa por su novela Dara, es autor de m¨¢s de 40 obras de diverso g¨¦nero.

El gran perdedor de esta ceremonia anual de los premios literarios, franceses ha sido, una vez m¨¢s, Franz Olivi¨¦ Giesbert, el actual director del diario Le Figaro, que con su novela La souille hab¨ªa acaparado grandes elogios de otros muchos colegas de profesi¨®n.

Malas lenguas le reprochaban al actual director del diario Le Figaro, que parte de esos elogios los firmaban autores que, a su vez, eran ampliamente alabados en las p¨¢ginas literarias de Le Figaro.

Sobre Makine recay¨® el voto de seis miembros del jurado y obtuvo el premio en la primera votaci¨®n, mientras que Franz Olivi¨¦ Giesbert s¨®lo obtuvo cuatro votos.