Jupp¨¦ anuncia un nuevo impuesto para salvar e la quiebra el Estado de bienestar franc¨¦s

Alain Jupp¨¦ apret¨® ayer un poco m¨¢s el cintur¨®n de los franceses. El primer ministro present¨® ante la Asamblea Nacional un plan para salvar de la quiebra el Estado de bienestar, basado en la creaci¨®n de un nuevo impuesto que gravar¨¢ en un 0,5% pr¨¢cticamente todos los ingresos y en una profunda reorganizaci¨®n de la Seguridad Social para reducir gastos. Jupp¨¦ anunci¨® que dimitir¨ªa si el Parlamento rechazaba su plan de austeridad: "No es la suerte de un Gobierno lo que est¨¢ en juego, sino la suerte de la naci¨®n", dijo. La reforma fue aprobada por 463 votos a favor y 87 en contra.

La apuesta del presidente Jacques Chirac por el rigor econ¨®mico y la austeridad recibi¨® ayer un impulso definitivo. Con su reforma de la Seguridad Social y del conjunto del Estado de bienestar, la m¨¢s importante desde 1945, Jupp¨¦ distribuy¨® sacrificios: m¨¢s impuestos sobre todos los franceses, l¨ªmites sobre las ganancias de los m¨¦dicos a costa del erario p¨²blico, control sobre el coste de los medicamentos y el n¨²mero de recetas y supresi¨®n del trato de favor a los funcionarios. Todo encaminado a enjuga una deuda cifrada en 250.000 millones de francos (6,2 billones de pesetas). La Bolsa de Par¨ªs acogi¨® muy positivamente la reforma. La patronal tambi¨¦n aport¨® su respaldo al plan Jupp¨¦.

Como fondo de la reforma, Jupp¨¦ plante¨® un cambio profundo en el sistema de financiaci¨®n de la Seguridad Social. Gradualmente, la financiaci¨®n dejar¨¢ de realizarse por la. v¨ªa de la cotizaci¨®n salarial, "que castiga al empleo", dijo Jupp¨¦, y se cargar¨¢ sobre impuestos generales. El modelo ser¨¢ la Contribuci¨®n al Pago, de Deudas, un impuesto que durante los pr¨®ximos 13 a?os desviar¨¢ hacia las arcas p¨²blicas un 0,5% de todos los ingresos (exceptuados el subsidio de pobreza y las pensiones de mutilados de guerra) con el fin de cubrir el billonario agujero de la S¨¦cu.

La ya existente Contribuci¨®n Social Obligatoria (2,4%) tambi¨¦n se extender¨¢ a casi todos los ingresos, incluidas pensiones y subsidios de desempleo. Se calcula que el aumento de la presi¨®n fiscal, unido a la congelaci¨®n por un a?o de los subsidios familiares, reducir¨¢n como promedio un 0,8% de los ingresos de cada hogar franc¨¦s.

Para controlar los gastos corrientes, Jupp¨¦ incluy¨® en su paquete una reforma de la Constituci¨®n, destinada a permitir que el Parlamento establecieira cada a?o la suma m¨¢xima disponible para la Seguridad Social. El primer ministro anunci¨® tambi¨¦n que, en cuanto sobrepasaran un cierto l¨ªmite de gasto, los sueldos de los m¨¦dicos se reducir¨ªan autom¨¢ticamente. "Los m¨¦dicos tendr¨¢n que ce?irse a los objetivos presupuestarios", dijo. Un portavoz de los sindicatos m¨¦dicos declar¨® su escepticismo sobre la eficiencia del plan Jupp¨¦: "Esto fracasar¨¢ y dentro de un. a?o tendr¨¢n que dise?ar otro plan", dijo el portavoz, para quien Jupp¨¦ intentaba "reformar la salud sin contar con los profesionales de la salud".

Para reducir el gasto en medicamentos, el primer ministro anunci¨® que se favorecer¨ªa el uso de los productos m¨¢s baratos. "La misma aspirina, basada en la misma mol¨¦cula, var¨ªa en las farmacias de 12 a 7 francos, seg¨²n la marca", denunci¨® Jupp¨¦. Tambi¨¦n adelant¨® que se crear¨ªan sistemas para evitar que se recetara una p¨ªldora de m¨¢s: "Si hacen falta seis pastillas, no se entregar¨¢ una caja de 12. Los botiquines de los hogares franceses est¨¢n llenos de productos sobrantes in¨²tiles que nos salen car¨ªsimos a todos". Un nuevo carn¨¦ de salud intentar¨¢ impedir que los franceses consulten a m¨¢s de un m¨¦dico por enfermedades simples, como casi sistem¨¢ticamente han venido haciendo hasta ahora.

Reg¨ªmenes especiales

En cuanto a los funcionarios y empleados p¨²blicos, quedaron suprimidos los 19 reg¨ªmenes especiales de que disfrutaban hasta ahora, fundidos en una "Seguridad Social universal e igual para todos". Asimismo, los funcionarios tendr¨¢n que cotizar durante 40 a?os, y no 37,5 como hasta ahora, para acceder a la pensi¨®n m¨¢xima.

La gran mayor¨ªa conservadora en el Parlamento acogi¨® muy favorablemente la propuesta. El propio ?douard Balladur, que en los ¨²ltimos d¨ªas se hab¨ªa mostrado muy cr¨ªtico con el previsible aumento de impuestos, calific¨® la reforma de "valiente". El socialista Laurent Fabius dijo que la reforma no era ecu¨¢nime y que Jupp¨¦ no le merec¨ªa confianza, mientras el comunista Robert Hue critic¨® que los m¨¢s perjudicados fueran "los parados y los asalariados m¨¢s modestos". Los sindicatos hablaron de "agresi¨®n". "Nunca nadie hab¨ªa ido tan lejos en un intento de laminar los derechos adquiridos de los trabajadores", afirm¨® un portavoz de la Confederaci¨®n General del Trabajo, que convoc¨® una "gran jornada de protesta" para el pr¨®ximo d¨ªa 28.