Ahorro para hoy, trabajo para m¨¢s adelante

La Prestaci¨®n de Autonom¨ªa refleja a la perfecci¨®n la brusquedad con que Jacques Chirac se olvid¨® del empleo para obsesionarse con el ahorro. La llamada Prestaci¨®n de Autonom¨ªa era un subsidio, prometido por Chirac durante la campa?a electoral, que iban a cobrar todos los ancianos que no pudieran valerse por s¨ª mismos. La idea era que, con el nuevo ingreso, esos ancianos pudieran pagar a personas que les ayudaran y de esta forma se creara empleo, por precario que ¨¦ste fuera.El pasado d¨ªa 7, la ministra de Solidaridad entre Generaciones, Colette Codaccioni, ten¨ªa que presentar ante el Senado el proyecto de subsidio, someterlo a votaci¨®n y ponerlo en marcha. Pero ese mismo d¨ªa 7, Alain Jupp¨¦ cambi¨® su Gobierno. Desaparecieron Codaccioni y la Solidaridad entre Generaciones, y la Prestaci¨®n de Autonom¨ªa fue enviada al limbo, de los justos antes de nacer. Del empleo al ahorro, en s¨®lo unas horas,

Jupp¨¦ volvi¨® a hablar ayer de la Prestaci¨®n de Autonom¨ªa. Fue para anunciar que, de momento, el proyecto quedaba aplazado hasta mediados de 1997. La prioridad, dijo, era reducir el gasto p¨²blico y favorecer as¨ª un descenso de los tinos de inter¨¦s Lo necesario era suprimir ¨¢ubsidios, no crearlos.

La reforma de la Seguridad Social y del conjunto del Estado de Bienestar que anunci¨® ayer tendr¨¢, al menos a corto plazo, un coste en materia de empleo. El aumento de la presi¨®n fiscal, en un momento en que el consumo permanece hundido, se reflejar¨¢ en una reducci¨®n del crecimiento econ¨®mico y, por tanto, de la creaci¨®n de empleo. El paro ha subido en los dos ¨²ltimos meses,

De una forma m¨¢s indirecta, la reducci¨®n del gasto en medicamentos se reflejar¨¢ negativamente en la industria farmac¨¦utica. El sector franc¨¦s de la farmacia, que ocupa a 82.000 trabajadores y genera un negocio anual de 2,5 billones de pesetas, hab¨ªa sido tradicionalmente protegido por la generosidad con que la Seguridad Social pagaba las recetas. Pero desde 1970, cuando Francia era, tras EE UU, el segundo pa¨ªs m¨¢s avanzado en tecnolog¨ªa farmac¨¦utica, el sector decay¨®. Este a?o ocupa un discreto s¨¦ptimo puesto. Si se corta el gasto en medicinas innecesariamente caras, cuyo precio era considerado por las empresas como un impuesto encubierto para financiar la investigaci¨®n, el sector perder¨¢ empleo. Por otra parte, se estima que sobran unos 20.000 m¨¦dicos y casi 50.000 camas en los hospitales p¨²blicos.