Duperier y el franquismo
Estupefacto leo la carta de Joaqu¨ªn Ruiz Gim¨¦nez del 10 de noviembre, apostillando el art¨ªculo de Pedro Schwartz del d¨ªa 4. Soy f¨ªsico. Estudi¨¦ en la Facultad de Ciencias F¨ªsicas entre los a?os 1958 y 1963. Por lo tanto, recuerdo al se?or Ruiz Gim¨¦nez con camisa azul.La historia de la vuelta de don Arturo Dupenier es una verg¨¹enza nacional. Es cierto que se le restituy¨® en una c¨¢tedra de F¨ªsica, pero no en la Facultad de F¨ªsicas, sino en la de Medicina, es decir, infravalorada. Los estudiantes de F¨ªsica hac¨ªamos broma sobre la suerte, que por pura carambola ten¨ªan los estudiantes de Medicina, al gozar de mejor profesor que nosotros. Sus aparatos se pudrieron en un almac¨¦n de la aduana.
La misma aduana de los estraperlistas, cupos de importaci¨®n, compra de licencias y trapicheos varios, con considerables fortunas amasadas en pocos a?os. Pero lo peor ser¨ªa el sufrimiento de aquella mente superior al contemplar la estupidez reinante.
La c¨¢tedra de justa propiedad del se?or Duperier, como muchas otras, estaba sin embargo ocupada por j¨®venes e intr¨¦pidos profesores, cuyos m¨¦ritos eran la posesi¨®n de camisas viejas o nuevas, pero todas de color azul. Se?or Ruiz Gim¨¦nez, los cementerios est¨¢n llenos de buenas intenciones. Usted, como otros, tuvo su oportunidad y bien la supo aprovechar. El infierno est¨¢ en la tierra. All¨¢ cada uno con su infierno personal.-
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