Guerras de religi¨®n
El mundo ha asistido horrorizado al asesinato del presidente de Gobierno israelita, Rabin, matado por otro jud¨ªo en nombre de Dios mientras Rabin intentaba consolidar un Estado creado en nombre de Dios contra otros que tambi¨¦n quer¨ªan exterminarlo en nombre de Al¨¢.Sin duda es un hecho abominable, pero s¨®lo sorprendente para los ignorantes o hip¨®critas. Porque mientras haya jud¨ªos y palestinos que consideren sagrados, es decir, separados, fijos, intemporales, eternos los escritos en que su Dios les ordena matar masivamente en su nombre, seguir¨¢n mat¨¢ndose sin piedad, orgullosos de obedecer sus ¨®rdenes divinas y hacerse "a su imagen y semejanza". S¨®lo la laicidad, la ciencia, ha podido ir acabando -en Espa?a, como la modernidad, hace tan poco- las guerras de religi¨®n.-
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