Revistas, loter¨ªa y vino manchego
Un grupo de mujeres aprovech¨® la concentraci¨®n ultraderechista para hacer una colecta, mientras algunos de sus dirigentes explicaban que mantener sus organizaciones cuesta dinero. Las mujeres recorrieron los corrillos con bolsas petitorias confeccionadas con los colores de la bandera nacional. La plaza de San Juan de la Cruz se convirti¨® desde primera hora en una especie de mercadillo con tenderetes en los que se vend¨ªan desde banderas preconstitucionales hasta insignias y otros s¨ªmbolos franquistas y joseantonianos, pasando por cajas de vino manchego etiquetado con diversos emblemas y loter¨ªa.
Otros j¨®venes ofrec¨ªan revistas de sus organizaciones e incluso fasc¨ªculos con t¨ªtulos tan sugerentes como La guerrilla urbana.
Entre los asistentes hab¨ªa muchos menos uniformes de la Legi¨®n, camisas azules y sotanas de los habituales en las concentraciones que hubo a?os atr¨¢s en la plaza de Oriente. ?sta sigue en obras, lo que hizo imposible que este acto se celebrara en el hist¨®rico escenario del r¨¦gimen de Franco.
La estatua ecuestre del general Franco existente en la plaza de San Juan de la Cruz es una de las pocas que subsisten en Espa?a. Habitualmente est¨¢ sucia por los excrementos de las palomas y la pintura que arrojan grupos antifascistas. El Ayuntamiento decidi¨® limpiar la escultura el pasado s¨¢bado, pero ninguno de los oradores resalt¨® ayer este hecho.
El f¨¦rreo control sobre los periodistas impuesto en a?os anteriores por el servicio de seguridad fue en esta ocasi¨®n mucho menor. Tres o cuatro guardaespaldas, con un aparatoso auricular en sus orejas, proteg¨ªan constantemente a Ricardo S¨¢enz de Ynestrillas.
Algunos de los asistentes culparon al Gobierno de haber realizado una campa?a consistente en alarmar a los ciudadanos sobre posibles incidentes, lo que ocasion¨® una menor asistencia de la prevista.
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