A la vejez... talleres
Los mayores de Pinto se re¨²nen para aprender a afrontar la jubilaci¨®n
Y cuando se acaba el tiempo de trabajar, ?qu¨¦? Para inentar responder a este interrogante, una treintena de vecinos de Pinto con edades comprendidas entre los 50 y los 77 a?os se re¨²nen semanalmente en el Ayuntamiento para hablar de sus dudas, miedos y problemas. Este es el tercer a?o que el Centro Municipal de Servicios Sociales de Pinto pone en marcha el Taller de Preparaci¨®n a la Jubilaci¨®n, con el fin de atajar problemas de ¨ªndole econ¨®mica, familiar, m¨¦dica o emocional. Del desarrollo de esta iniciativa se ocupa un equipo de profesionales compuesto por asistentes sociales, una psic¨®loga, un educador, una soci¨®loga y la m¨¦dico del centro de salud.Seg¨²n la psic¨®loga Mercedes Herr¨¢iz, el objetivo de estos encuentros es me orar la autoestima, ayudar a superar la soledad y evitar depresiones. Tambi¨¦n se imparte informaci¨®n ¨²til sobre temas jur¨ªdicos y sociales espec¨ªficos del jubilado, as¨ª como sobre las consecuencias biol¨®gicas que lleva aparejada la inactividad. Para el educador Amalio Marug¨¢n, "lo m¨¢s importante es que los mayores entiendan que la jubilaci¨®n es un cambio m¨¢s en la vida, como casarse o tener un hijo".
Francisco Molina, un cordob¨¦s de 77 a?os y antiguo obrero industrial, es el veterano del grupo. Francisco, que vino a Pinto hace un a?o "al calor de la hija", ha decidido acudir al curso, pese a llevar 13 a?os jubilado, "porque hay que estar enterado", y adem¨¢s a?ade: "Puedo contar mi experiencia por si le sirve a alguien".
La jubilaci¨®n afecta tanto al trabajador como a su c¨®nyuge, y, por tal motivo, en este taller hay ocho parejas. Manuela, de 58 a?os, teme sobre todo "la cantidad de tiempo libre" que se le viene encima cuando su marido, Miguel, de 59 a?os y empleado en una f¨¢brica de autom¨®viles, deje su puesto de trabajo. Encontrar algo de compa?¨ªa para mitigar la soledad ha sido el bander¨ªn de enganche de Ana, de 70 a?os, vecina de Pinto desde 1948, "cuando el pueblo era distinto y mucho m¨¢s chiquitito". .
Como destaca la psic¨®loga, se trata de un grupo muy participativo, "donde todos quieren dar su opini¨®n como jubilados o como personas preocupadas por abandonar el ¨¢mbito laboral. Temas como el abandono del hogar por parte de los hijos, "aunque es ley de vida", o la convivencia de la pareja ahora que pasan m¨¢s tiempo juntos y discuten m¨¢s son los que siembran m¨¢s pol¨¦mica.
Algunos mayores incluso repiten a?o tras a?o "porque las leyes y las cosas de la salud cambian de un d¨ªa para otro". Entre los repetidores est¨¢ Mar¨ªa, de 61 a?os, quien ya acudi¨® con su marido hace dos a?os y que vuelve porque no le "gusta estar sola en casa".
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