Abandonada la b¨²squeda en el monte de la ni?a desaparecida en Galicia

Eva Lavandeira no est¨¢, ni viva ni muerta, en el bosque de Vimianzo (La Coru?a), donde desapareci¨® el pasado domingo. ?sa, al menos, es la certeza a la que han llegado sus vecinos y el Gobierno Civil de La Coru?a tras cinco d¨ªas de incesante b¨²squeda. Ayer, tras la ¨²ltima batida de un grupo de especialistas de la Guardia Civil, se decidi¨® definitivamente abandonar el rastreo del monte. A partir de ahora comienza una nueva investigaci¨®n policial, con muy pocas pistas para tratar de descubrir el paradero de la peque?a, de cinco a?os, muda y con problemas de autismo.

Las autoridades ya hab¨ªan solicitado ayer que los vecinos no se acercasen al monte Faro e incluso prohibieron el acceso de coches al lugar. En los ¨²ltimos d¨ªas, entre los voluntarios que se sumaron a la b¨²squeda, empezaban a menudear tambi¨¦n los simples curiosos, lo que, unido a la parafernalia del espect¨¢culo televisivo habitual en ¨¦stos sucesos, estaba dando a la b¨²squeda un cierto aire de romer¨ªa. El Gobierno Civil prefiri¨® que en el ¨²ltimo intento participase s¨®lo el medio centenar de agentes especializados, pero los resultados fueron tan descorazonadores como en las jornadas anteriores.Al no encontrarse ni rastro de Eva en el monte, la hip¨®tesis m¨¢s posible es que alguien se la llevase. del coche de su padre mientras ¨¦ste echaba un vistazo a una manada de caballos salvajes. Sin embargo, esta creencia se alimenta m¨¢s de la falta de noticias que de datos concretos que permitan avalarla. "Estarnos ante un tema muy complejo", dijo el gobernador civil, Carlos Vacas, "porque no tenemos ning¨²n indicio de que hubiese all¨ª otros coches o cazadores. Tampoco parece haber un m¨®vil claro para el rapto. Tenemos que investigar todas las posibilidades".

Otro dato que desconcierta a los investigadores es que hasta tres veces los perros adiestrados se adentraron algunos metros en el bosque olfateando el rastro de Eva, pero ¨¦ste se perd¨ªa al borde de un arroyo. En ese lugar se ha encontrado un peque?o trozo de tela que, aparentemente, no corresponde a su ch¨¢ndal. Cabe la remota posibilidad de que se cayese en uno de los pozos de una mina de wolframio abandonada, por lo que no se descarta recurrir a espele¨®logos.