Si hubiera ganado el 'no'

EL PARLAMENTO, como instituci¨®n, ha hecho lo que deb¨ªa al conceder el suplicatorio, para que el diputado y. ex ministro socialista del Interior Jos¨¦ Barrionuevo comparezca ante la justicia en relaci¨®n con el sumario de los GAL. ?se es el dato fundamental a destacar sobre cualquier otro en relaci¨®n con el Pleno del Congreso celebrado ayer para responder a la autorizaci¨®n solicitada en ese sentido por la Sala Segunda del Tribunal Supremo. Basta pensar lo que habr¨ªa ocurrido de haber triunfado el no para entender hasta qu¨¦ punto era irresponsable la actitud de los diputados que, a estas alturas, jugaron con la disparatada idea de acabar as¨ª con el caso GAL.Por lo pronto, alguna de las partes personadas, pod¨ªa haber recurrido la decisi¨®n denegatoria y el Tribunal Constitucional haberles dado la raz¨®n, Los representantes electos est¨¢n aforados para protegerles de persecuciones legales relacionadas de alguna forma con su postura pol¨ªtica. Y la denegaci¨®n de un suplicatorio debe estar motivada. Parece dif¨ªcil que en este caso alguien hubiera encontrado motivos racionales para justificar la denegaci¨®n del suplicatorio

Pero adem¨¢s, ?como evitar la impresi¨®n de que los diputados, por corporativismo, consagraban la impunidad de uno de los suyos? Hay que insistir en que el objeto del suplicatorio no es pronunciarse sobre lo bien o malfundado de las acusaciones, sino simplemente levantar la imnunidad para que pueda continuar la investigaci¨®n sobre ellas; su denegaci¨®n s¨®lo se justifica en el caso de apreciarse indicios de que los denunciantes o querellantes hab¨ªan recurrido a la v¨ªa penal con el objetivo torticero de perturbar el funcionamiento. o modificar la composici¨®n del Parlamento.

Por ello, no puede ignorarse el abultado n¨²mero de diputados que han votado en contra. Nada menos que 122 frente a 204 que votaron a favor. La votaci¨®n ha sido secreta, pero los socialistas dejaron ya antes claro que, si no la totalidad, s¨ª se les puede atribuir la mayor¨ªa de esos votos. Su desgarramiento interno por esta cuesti¨®n es evidente. Algunos sostienen, de forma m¨¢s o menos abierta, que, dado que, el caso de los GAL es pol¨ªtico, deber¨ªa ser juzgado por los pol¨ªticos, considerando factores y circunstancias. Otros, sin oponerse claramente a la concesi¨®n del suplicatorio, han defendido que si hay una responsabilidad colectiva no es justo dejar solo a Barrionuevo. Finalmente, es probable que algunos diputados, y no ¨²nicamente del PSOE, sabiendo que el suplicatorio iba a ser concedido por mayor¨ªa, hayan disparado con p¨®lvora del rey y votado en contra para expresar su solidaridad con Barrionuevo, en un simple gesto sin mayores repercusiones.

Pero ha habido tambi¨¦n quienes han explicado el resultado como prueba de que "se trata de una cuesti¨®n controvertida". Han concedido el suplicatorio 204, pero casi 150 (si se suman abstenciones y ausencias) no lo han hecho. La intenci¨®n clara es relativizar la decisi¨®n y hacer patente el car¨¢cter de decisi¨®n discutible, no un¨¢nime, sobre el proceso. Quizas incluso como aviso de que el resultado en caso de nuevas solicitudes ser¨ªa bien distinto.