Un l¨ªder con punter¨ªa
El Atl¨¦tico fue certero ante un Oviedo que comenz¨® fuerte, pero acab¨® decayendo
Por encima de cualquier otra raz¨®n futbol¨ªstica, la punter¨ªa dio la victoria al Atl¨¦tico de Madrid, que retoma la punta de la clasificaci¨®n. La hinchada celebr¨® euf¨®rica la ocasi¨®n y nadie repar¨® en el discreto partido del equipo. S¨®lo se vio f¨²tbol bueno en el tramo final, cuando el triunfo estaba amarrado y el Oviedo ofrec¨ªa signos de decaimiento. El Oviedo tuvo el partido a tiro en los primeros minutos y cobr¨® tantas oportunidades como el Atl¨¦tico, pero le falt¨® contundencia y un poco de ¨¢nimo.El Atl¨¦tico vivi¨® el primer cuarto de hora de manera aprensiva. Estaba afectado por la derrota del Bernab¨¦u, o eso pareci¨®. Acostumbrado a las salidas tumultuosas de su equipo, la hinchada se sorprendi¨® con la tibia presentaci¨®n del Atl¨¦tico. Hab¨ªa una especie de asombro ante las sucesivas ocasiones del Oviedo, que llegaba con facilidad al ¨¢rea. Hab¨ªa un desequilibrio notable en el juego, propiciado en buena parte por el aire ausente del Atl¨¦tico. Pero el Oviedo dej¨® escapar la pieza. En su mejor oportunidad, Dubovsky lanz¨® la pelota contra el palo izquierdo. Ah¨ª comenz¨® otro partido.
El remate de Dubovsky vino a decir que el Oviedo estaba preso de alguna suerte de fatalismo: nunca podr¨ªa ganar ese partido. La jugada tambi¨¦n sirvi¨® para rescatar al Atl¨¦tico de su estado de postraci¨®n. Tom¨® cuenta de la fortuna que hab¨ªa tenido, se sobrepuso a sus carencias y comenz¨® otro partido. Se produjo una inversi¨®n de factores que acabaron por desplazar el juego hacia el ¨¢rea del Oviedo. Mientras el Atl¨¦tico ofrec¨ªa signos de recuperaci¨®n, el Oviedo daba muestras de des¨¢nimo, convencido de que hab¨ªa malgastado en ese momento toda su cuota de oportunidades.
. El partido derrotaba hacia un choque trabado, de poco lustr¨¦, sin sitio para cosas espectaculares. Sin embargo, en la primera jugada decente del Atl¨¦tico, Vizca¨ªno marc¨® un gol espl¨¦ndido. Fue una acci¨®n muy trabajosa por la banda derecha entre Geli y Roberto, que acert¨® a dejar la pelota muerta al borde del ¨¢rea. Por all¨ª siempre brujulea Vizca¨ªno en busca del remate largo. Esta vez fue un remate precioso, con la potencia y el toque justos: la pelota sali¨® limpia hacia la escuadra de la porter¨ªa.
El Atl¨¦tico hab¨ªa conseguido m¨¢s de lo que merec¨ªa, pero todos los datos indicaban que la victoria ser¨ªa suya. El Oviedo hab¨ªa gastado su munici¨®n y se encontraba en desventaja. Su ejercicio posterior abund¨® en el des¨¢nimo del equipo de Brzic. El Atl¨¦tico comenz¨® a jugar con viento de cola, aunque su juego fue discreto hasta el ¨²ltimo cuarto de hora. Sus problemas tienen que ver con el f¨²tbol previsible que practica. De un tiempo a esta parte, ha desechado la banda derecha. Juega decididamente inclinado hacia la izquierda, quiz¨¢ porque todos los factores le obliguen a ocupar esa banda: la vitalidad de Simeone, la querencia natural de Pantic por esa zona del campo y la pujanza de Toni. La derecha es des¨¦rtica: Roberto se siente inseguro y las llegadas de Geli cada vez son menos frecuentes. Por eso result¨® curioso que el gol rojiblanco se cocinara en la banda derecha. Cosas del f¨²tbol.Nada de lo que ocurri¨® despu¨¦s del gol fue registrable. El partido se empantan¨® en el centro del campo, sin llegadas apreciables en las ¨¢reas. S¨®lo Kiko acudi¨® en rescate del f¨²tbol. Frente a la tristeza que manifiesta Penev en los ¨²ltimos tiempos, Kiko vive su mejor etapa como futbolista. Todas sus acciones tuvieron un car¨¢cter especial. Tuvo criterio y brillantez con la pelota, y una vez m¨¢s hizo un uso magn¨ªfico de su envergadura. Frente a Kiko, los defensas se enfrentan a un armario de tres cuerpos con los pies de un brasile?o. La ecuaci¨®n se hace muy dif¨ªcil de resolver para los defensores, como se observ¨® en el segundo gol. Kiko condujo la pelota entre empujones, hasta que observ¨® la progresi¨®n de Simeone, que recibi¨® el pase y marc¨® con un izquierdazo muy violento.
Desde ese Instante, el Atl¨¦tico se dio el gusto de jugar bien al f¨²tbol, con frescura y verticalidad. El ¨²ltima cuarto de hora se hizo a beneficio de la hinchada, que agradeci¨® la crecida de su equipo, el gol de uno de sus favoritos -L¨®pez- y la recuperaci¨®n del liderato.
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