Chollo en la banda izquierda

El chollo estaba en el carril izquierdo. Y el Madrid C lo exprimi¨®. Tardaron veinte minutos en darse cuenta los cachorros blancos del di¨¢fano pasillo que se les abr¨ªa por la banda de Jim¨¦nez y, en cuanto lo vieron claro, empezaron a mandar balones a la zona franca. El be neficiario de la concesi¨®n de espacios despejados en terreno visitante fue Valc¨¢rcel, un carrilero que Jos¨¦ Antonio Gran de, t¨¦cnico merengue, ha reconvertido con acierto en extremo izquierdo. El mayor car¨¢cter ofensivo concedido al joven ex jugador del Mosca lo aprovech¨® el chaval para mar car dos golitos y crear un buen pu?ado de ocasiones.El Sanse anduvo falto de cuerpo. Ante el orden y la seriedad de los blancos, los sanseros mostraron un perfil desarreglado, fe¨²cho. En el apartado de la calidad individual, las diferencias quedaron patentes. El gol de Ribera, una exquisita vaselina, y los caracoleos de Ismael, un punta revoltoso, eclipsaron las evoluciones de los jugadores locales.

Moncho tuvo un par de ocasiones en sus botas en el primer acto. Las desperdici¨®. El delantero del Sanse no anduvo fino. Su compadre Bartolom¨¦, tampoco. Perdonar ante un cuadro como el de Grande es arrojar por la borda toda opci¨®n al triunfo.

El chollo de la banda izquierda muri¨® en el descanso.El Sanse cubri¨® el flanco, pero no mejor¨® en el aspecto creativo. Se trataba de recurrir a las ideas, de inventar algo nuevo para romper una defensa ordenada. No las hubo.

El Sanse se dio de bruces una y otra vez contra la l¨ªnea de D¨¢vila, y los cachorros blancos se decicaron a jugar a la contra. As¨ª fue como lleg¨® el golazo de Ribera. El Madrid C sali¨® reforzado sin sudar en exceso. La situaci¨®n del Sanse, en cambio, se complica.