Los I¨ªmites de curarse en casa

"No se trata de convencer, sino de informar". El cirujano Juan Mar¨ªn resume de esta forma el trabajo de explicar lo que algunos pacientes remisos descubren como un sinsentido: viajar a casa con la cicatriz de la operaci¨®n reci¨¦n realizada., La doctora Ana Marcos del servicio de oftalmolog¨ªa del hospital La Paz de Madrid se pronuncia en el mismo sentido: "En dos a?os, s¨®lo se ha dado un caso problem¨¢tico que se resist¨ªa a abandonar el centro".La soluci¨®n vino de mano de la familia y de la ayuda involuntaria del propio cariz de la operaci¨®n. Las operaciones en los ojos -despredimientos de retina o cataratas- no duelen. "Los pacientes entran con miedo, pero r¨¢pidamente la sensaci¨®n de gravedad desaparece al darse cuenta que no padecen dolor. Este detalle hace que apenas protesten", comenta Ana Marcos.

Sin embargo, los problemas reales que determinan la posibilidad de llevar a cabo el proceso de Cirug¨ªa Mayor Ambulatoria se encuentran ligados en muchos casos a algo no contemplado en los libros de medicina: los problemas sociales. "Aparte de que la selecci¨®n de pacientes se haga de forma adecuada y no presenten patolog¨ªas asociadas como cardiopat¨ªas o diabetes, algo tan evidente como que las condiciones higi¨¦nicas en las que viven sean las adecuadas es fundamental", comenta Mar¨ªn. Los a¨²n embrionarios servicios de hospitalizaci¨®n domiciliaria y la dificultad de poder seguir el posoperatorio desde la Atenci¨®n Primaria en poblaciones urbanas son los otros problemas que limitan el curarse en casa.