El viaje inici¨¢tico de Albert Pla en el teatro

?l, Albert Pla, es el cantautor rompedor y 'vanguardista del momento. Ella, Marisol Gald¨®n, es un producto del mundo de la comunicaci¨®n a mitad de camino entre la opini¨®n y el correveidile. El otro, Pepe Miravete, es un buscador incansable, lleno de hallazgos, en la direcci¨®n esc¨¦nica. Helmut Krausser, el autor, habla de su tema favorito: los estados cr¨®nicos de ansiedad y la anulaci¨®n completa de la realidad por el fingimiento. Juntos estrenan hoy, en el, teatro Alfil de Madrid, Caracuero, una "fantas¨ªa macabra" que Krausser ha dramatizado con sencillez. Cuenta c¨®mo en 1987 la polic¨ªa de M¨²nich, "que no entend¨ªa chiste alguno", mat¨® a tiros, por error, a Werner Bloy.

La obra, definida por su autor como fantas¨ªa macabra, habla sobre la falta de libertad de los hombres y mujeres contempor¨¢neos para poder gozar o sufrir sus universos privados mentales. En esta ocasi¨®n los personajes son marginales, pero, pod¨ªa tratarse de ejecutivos exitosos. Krausser ha tomado como excusa las ¨²ltimas horas de Werner Bloy, un joven alem¨¢n que jugaba sierra en mano a hacer performances imitando al protagonista de La matanza de Texas. Como c¨®mplice de su aventura, una novia acostumbrada a las rarezas de su chico. La polic¨ªa no entendi¨® la broma.

Pla y Gald¨®n no se hab¨ªan subido jam¨¢s a un escenario pala interpretar teatro. Ella no tiene problema alguno para abordar su nuevo trabajo: "Desde peque?ita ya actuaba y cantaba, para m¨ª no ha supuesto ning¨²n problema". "La t¨¦cnica, que nunca la he estudiado, puede ser el mayor problema, pero todo es una evoluci¨®n la que. se van aprendiendo cosas dice la actriz.

Pla confiesa que para ¨¦l ha supuesto un, problema notable, sobre todo teniendo en cuenta que aborda un duro y dif¨ªcil mon¨®logo:, 'La verdad es queme ha costado, pero hemos comprado un l¨¢tigo y al final lo hemos consegu¨ªdb~- aunque tenga, la espalda llena de cicatrices".No obstante llamo a un amigo, actor, para pedirle consejo, pero al final termin¨® consolando a su asesor que tambi¨¦n, peleaba. por aquellas, fechas con un mon¨®logo. Como consuelo,Pla se agarra a lo que todos le han dicho: "C¨®mo estoy virgen, por lo y visto me viene muy bien aquello de la frescura y por otra, parte, he trabajado mucho".

Pla, poco amante de las entrevistas, en las que acostumbra a contestar "si" , "no' o "depende", pero nada m¨¢s, muestra su debilidad, por, su personaje y hablas de ¨¦l, casi por los codos. "Caracuero", precisa, "es una persona llena de sensibilidad que s¨®lo quiere bucear en sus fantas¨ªas, por ¨®tro lado la sierra que se compra para encarnar a Caracuero es realmente bonita". Para Pl¨¢ hay una frase clave que sintetiza todo lo que hay en la obra: "El amor en los tiempos de las enfermedades ps¨ªquicas. El cantante, convertido en actor, dice: "Por un lado est¨¢ el amor y separado de ¨¦l est¨¢n los otros, que quiza sean los enfermos..., eso. es lo que est¨¢ contando la obra todo el rato".

La traducci¨®n del texto de Maur¨ªci Farr¨¦ introduce alguna concesi¨®n para hacer comprensible esta primera obra teatral de Krauss¨¦r al. espectador espa?ol. Incluso hay un momento en el que el personaje de Pla abandona su intenci¨®n de hablar sobre, la poes¨ªa de Leopoldo Mar¨ªa Panero con, la polic¨ªa, algo que comprende puede ser in¨²til.

Miravete no ha hecho concesiones con el montaje: "He huido del realismo creando un espacio que puede sintetizar un apartamento, una cueva, un ¨²tero, cualquier cosa que nos lleve a una intencionada intimidad".