"Todo lo relativo a Su Majestad lo pasaba a sus superiores

Tanto los testimonios de cuatro miembros del Gabinete de Escuchas, como los dos dict¨¢menes periciales, avalan la versi¨®n de Manglano de que los aparatos de que dispon¨ªa el Cesid entre 1894 y 1991 no ten¨ªan capacidad para pinchar tel¨¦fonos al¨¢mbricos, y ni siquiera pod¨ªan programar con antelaci¨®n el usuario a escuchar, por las caracter¨ªsticas de la telefon¨ªa m¨®vil, que asigna el canal en el momento de iniciarse la llamada.Otra cuesti¨®n es qu¨¦ criterios se segu¨ªan para grabar o almacenar determinadas conversaciones, de entre todas las captadas aleatoriamente.

El comandante Navarro, cuya declaraci¨®n coincide con la de Manglano (pese a que fue despedido en 1993, por "emplear medios del Cesid para fines distintos a los ordenados"), explic¨® que ¨¦l realizaba un primer filtro y s¨®lo remit¨ªa a sus mandos las cintas de inter¨¦s. Su inmediato superior, Julio L¨®pez Borrero, y el jefe de ¨¦ste, Perote, se las devolv¨ªan con la orden de guardarlas o borrarlas.

Las grabaciones quedaban en un armario, con cierre de seguridad. Cuando se desmont¨® el gabinete, a finales de 1991, hab¨ªa 93 cintas, de las que nueve eran para borrar, seg¨²n Navarro. Entre estas ¨²ltimas estaba la grabada en 1990 al presidente del Real Madrid, Ram¨®n Mendoza, con Nati Abascal.

Navarro asegur¨® desconocer "los criterios de sus superiores" para guardar o destruir grabaciones, pero explic¨® que "determinadas personalidades eran consideradas de inter¨¦s, de tal manera que todo lo relativo a Su Majestad el Rey lo pasaba a sus superiores". Las cintas de militares "pod¨ªan estar relacionadas con procesos de involuci¨®n", aventur¨®; mientras que se grab¨® a empresarios "por si se pod¨ªa descubrir algo relativo al blanqueo de dinero".

M¨¢s dif¨ªcil le result¨® explicar las escuchas a pol¨ªticos. "Habr¨ªa que saber cu¨¢l fue la primera recogida que motiv¨® la grabaci¨®n de las siguientes", aleg¨®. "El tema general que motivaba ese inter¨¦s pod¨ªa ser el del Gobierno".