Vuelve a cerrar parcialmente la Administraci¨®n de EE UU

El Gobierno norteamericano volvi¨® ayer a cerrar parcialmente como consecuencia de la disputa entre la Casa Blanca y el Congreso sobre el pr¨®ximo presupuesto. Esta vez se trata, de momento, de un cierre: poco m¨¢s que simb¨®lico, tanto porque ha coincidido con un fin de semana, lo que ha obligado a clausurar s¨®lo museos y parques p¨²blicos, como porque se han tomado medidas para que la suspensi¨®n de actividades, en caso de que no haya acuerdo antes de ma?ana, afecte s¨®lo a un 15% de los empleados p¨²blicos.En t¨¦rminos pol¨ªticos, sin embargo, las consecuencias de este cierre pueden ser peores que las del ocurrido en noviembre. Los republicanos del Congreso y el presidente dem¨®crata, tratando de defender sus principios, env¨ªan a los ciudadanos un mensaje de intransigencia y caos que puede terminar da?ando a ambos.

Al margen de esos c¨¢lculos ole corto plazo, el hecho ins¨®lito de que en el plazo de un mes Estados Unidos tenga que hacer frente por dos ocasiones a una crisis de estas proporciones demuestra que el debate sobre este presupuesto no es un debate m¨¢s sino una discusi¨®n profunda sobre ¨¦l modelo de sociedad que el pa¨ªs perfila para los pr¨®ximos a?os.

Clinton convoc¨® una conferencia de prensa el viernes por la noche para decir que las conversaciones con los l¨ªderes republicanos se hab¨ªan roto porque la oposici¨®n ped¨ªa al Gobierno "profundos e incondicionales recortes en Medicare y Medicaid [la ayuda m¨¦dica a los pensionistas y los pobres]". "Eso es inaceptable", recalc¨®. Minutos despu¨¦s, el l¨ªder republicano en el Senado, Robert Dole, compareci¨® tambi¨¦n en p¨²blico para asegurar que el presidente estaba enga?ando a la naci¨®n.

Tanto Clinton como los republicanos est¨¢n de acuerdo en que es necesario combatir y acabar con el d¨¦ficit p¨²blico. Como resultado de la crisis del mes pasado, el presidente accedi¨® a hacerlo en el plazo que los republicanos ped¨ªan: siete a?os. Poco despu¨¦s present¨® al Congreso un proyecto de presupuestos en el que se acaba con el d¨¦ficit en siete a?os sin sacrificios tan grandes como los que la oposici¨®n quiere en seguridad social y programas de ayuda a los pobres.

Los republicanos aseguran que las cifras que Clinton manej¨® en ese proyecto est¨¢n maquilladas y que, por tanto, no se trata de una oferta realista y aplicable.