Pradera y ?lvarez Cascos

Francisco ?lvarez Cascos, n¨²mero dos del PP, ha pedido amparo al Defensor del Lector ante lo que ¨¦l considera "un caso reiterado y flagrante de falta de respeto a la verdad". Me escribe Cascos: "Le adjunto copia de tres cartas que he dirigido en las ¨²ltimas se manas al, director, Jes¨²s Ceberio, que hablan por s¨ª solas del problema por el que solicito su amparo". En su, ¨²ltima carta al director, de fecha 12 de septiembre, el diputado del PP escribe, en efecto: "De nuevo, y van tres, me dirijo a usted en queja por las cr¨ªticas, adobadas de descalificaciones insultantes, que me dirige en su ¨²ltimo 'an¨¢lisis' dominical Javier Pradera. El motivo, el mismo de siempre: la animadversi¨®n personal, tenaz y contumaz del citado articulista y editorialista, que ahora se inventa unas in¨¦ditas declaraciones m¨ªas sobre el se?or Solana, como antes se dedic¨® a manipular otras para confundir las responsabilidades pol¨ªticas y las responsabilidades penales". Y a?ade Cascos en su carta: "Se?or director, si todas las opiniones de Javier Pradera son tan respetuosas con la verdad como las que dispensa a mis declaraciones, el problema ha dejado de ser m¨ªo para pasar a ser suyo: un peri¨®dico seno es incompatible con las fobias y las filias de quienes lo escriben". El diputado anuncia, en su carta al director, que, "visto que el resultado de las dos cartas anteriores [que, por cierto, fueron puntualmente publicadas en la secci¨®n Cartas al Director], no ha hecho sino acentuar cerrilmente la agresividad del ofensor", ha decidido acudir a este Defensor del Lector "por si tiene a bien ampararme", escribe, "en nombre de los derechos de los lectores". El Defensor del Lector no tiene competencia para intervenir en los art¨ªculos o columnas de opini¨®n, cuya responsabilidad es de quien firma. Pero, dado que en este caso el lector se queja de que se le hayan "inventado y manipulado" unas declaraciones suyas, algo que vulnerar¨ªa los principios deontol¨®gicos de este diario, he rogado a Javier Pradera que responda a dicha acusaci¨®n del diputado, popular. Y ¨¦sta ha sido su respuesta: "Lamento que el diputado ?lvarez Cascos crea que le profeso una 'animadversi¨®n personal, tenaz y contumaz'. Me temo, en cambio, que esa afirmaci¨®n no haga sino proyectar, en el sentido psicoanal¨ªtico del t¨¦rmino, sus propias pulsiones enemistosas hacia las cr¨ªticas period¨ªsticas: una posibilidad bastante inquietante si se recuerda que ?lvarez Cascos es el rumoreado candidato de su partido para el Ministerio del Interior. Dice el secretario general del PP que me he inventado unas 'in¨¦ditas declaraciones' suyas sobre la candidatura de Javier Solana a la OTAN. Esas declaraciones, sin embargo, existen: fueron hechas a Canal Plus y reproducidas por el diario EL PAIS del 27 de noviembre: 'No s¨¦ en qu¨¦ porcentaje la campa?a de su candidatura es objetivamente una campa?a que surge de la OTAN o surge del propio Gobierno, espa?ol en beneficio del propio se?or Solana y del partido socialista'. No hay porcentajes que valgan: la campa?a de la candidatura, o proced¨ªa realmente de la Alianza Atl¨¢ntica, o hab¨ªa sido inventada por el Gobierno socialista con prop¨®sitos electoralistas. Los hechos han demostrado que la candidatura de Solana, oficializada el 2 de diciembre, se hab¨ªa gestado !desde tiempo atr¨¢s en el seno de la OTAN".

El articulista Pradera prosigue: "Hasta aqu¨ª llegan los hechos y a partir de ah¨ª empiezan mis opiniones; en labios del secretario general del principal partido de la oposici¨®n, ese reticente y mezquino comentario sobre la posibilidad de que la candidatura de Solana fuese una invenci¨®n electoralista me sigue pareciendo un 'pron¨®stico paranoide' y una 'espectacular columpiada', fruto de los 'cortos horizontes' y de las 'obsesiones monotem¨¢ticas' que suelen 'conducir al rid¨ªculo a los profesionales de la pol¨ªtica'. El diputado ?lvarez Cascos tambi¨¦n cita un comentario m¨ªo anterior que supuestamente hab¨ªa manipulado otras declaraciones suyas. El secretario general del PP declar¨® a la agencia Europa Press el 10 de septiembre de 1995 que 'la opini¨®n p¨²blica espa?ola tiene cada vez m¨¢s claro el veredicto del caso GAL; por eso, cada d¨ªa que pasa, la sentencia que dicten los jueces es importante para el cr¨¦dito de la justicia, para que la justicia espa?ola se prestigie ante los propios ciudadanos; porque, en la medida en que la decisi¨®n penal, la sentencia, no se corresponda con el veredicto de los ciudadanos a la luz de los datos que se han establecido, quien va a salir perdiendo es la propia justicia. Se juega mucho el prestigio de la justicia espa?ola, porque en ¨¦l la opini¨®n p¨²blica espa?ola, ya ha dictado su propio veredicto'. En una columna publicada el 20 de septiembre y titulada El miedo del ¨¢rbitro al botellazo, me permit¨ª comentar humor¨ªsticamente (despu¨¦s de mencionar las presiones socialistas sobre los jueces Garz¨®n y Barbero y de recordar 'la muerte de Montesquieu' dictada por Guerra) que, 'traspuesta la doctrina Cascos al ¨¢mbito futbol¨ªstico, los ¨¢rbitros deber¨¢n aplicar desde ahora las ululantes sentencias de los ultrasur al pitar, un fuera de juego o una falta contra el Real Madrid en los par tidos del Bemab¨¦u'. El diputado Cascos protest¨®, en una carta, al director, por la 'desfiguraci¨®n sus palabras implicada en el hecho de 'confundir a la afici¨®n del Real Madrid con los ultrasur': nunca Perogrullo vol¨® tan alto y nunca un chiste corri¨® peor fortuna".

Javier Pradera concluye as¨ª su respuesta a las quejas y acusaciones que le ha hecho ?lvarez Cascos de inventar y manipular sus afirmaciones: "El Gobierno socialista ha sido muy censurado por su arrogancia, prepotencia e intolerancia ante las cr¨ªticas period¨ªsticas. Si la hipersensibilidad del diputado ?lvarez Cascos es representativa de la actitud de los populares ante la prensa, ya podemos ir preparando el ¨¢rnica para cuando gobiernen. Porque el delicado cutis del secretario general del PP no le impide, sin embargo, lanzar violentos improperios contra sus adversarios; como el legendario Carpentier, es un boxeador con pu?o de hierro y mand¨ªbula de cristal. Pero la cultura democr¨¢tica no s¨®lo concede a los pol¨ªticos profesionales el derecho a formular cr¨ªticas, sino que tambi¨¦n les obliga a encajar golpes: como dijo Truman, quien no soporte el calor que no entre en la cocina". El Defensor del Lector prefiere dejar al juicio de los lectores su opini¨®n sobre esta pol¨¦mica.