Faenas emotivas con mal ganado

?C¨®mo es posible programar a matadores j¨®venes que se juegan la vida por triunfar con encierros que vienen en busca de cartel y cuyo nombre no tiene antecedentes de, ¨¦xito? El p¨²blico, la categor¨ªa de esta plaza y los propios diestros merecen m¨¢s respeto. S¨®lo las emotivas faenas de El Zotoluco y Arturo Gilio a sus toros de regalo salvaron del rotundo fracaso a la s¨¦ptima corrida de la temporada.Pese al empe?o de Eulalio L¨®pez El Zotoluco en el que rompi¨® plaza, su labor fue infructuosa por los brincos. que daba el buey. Al cuarto, protestado a su salida por escu¨¢lido, El Zotoluco, pese a lo tardo del adversario, lo meti¨® a la fl¨¢mula recet¨¢ndole pases con mando.

Con el de regalo, el valiente torero de Azcapotzalco sali¨® a jug¨¢rsela con la capa. Aprovechando la prontitud y fuerza del burel, con rabia torera inici¨® su faena de rodillas emocionando a la concurrencia al ligar seis escalofriantes pases por alto. Despu¨¦s, de pie, le adelant¨® la sarga y, ajust¨¢ndose, tore¨® por bajo con temple por ambos lados. Se embraguet¨® en la suerte suprema dejando el acerdo en todo lo alto.

Arturo Gilio salud¨® al segundo de la tarde con una larga cambiada de rodillas. Tambi¨¦n inici¨® su tarea con la muleta de hinojos pero lo soso del bicho, que adem¨¢s punteaba, no le permiti¨® lucirse. Lo ¨²nico meritorio con el suelto quinto fue el segundo par de banderillas, en el que de frente corri¨® desde toriles hasta el burladero de capotes y lo coloc¨® en buen sitio. Le falt¨® habilidad de lidiador para poder con la acobardada bestia.

Con el noble pero d¨¦bil sobrero, que cerr¨® el festejo, volvi¨® a destacar con los palitroques. Principi¨® su estrujante faena en los medios instrumentando un p¨¦ndulo, que es pase cambiado por la espalda, y ejecut¨® su toreo con buen gusto.

Al descompuesto tercero, Federico Pizarro lo salud¨® de hinojos con espectacular larga cambiada. En su trasteo sujet¨® al dif¨ªcil bovino e hizo su que hacer con finura en dos series de naturales.

Al huidizo sexto lo recibi¨® Pizarro en los medios con ajustadas chicuelinas. A base de tenacidad pudo meter al acobardado bicho en el enga?o y dibuj¨® bellas tandas de soberbios naturales.