La sombra alargada del secretario L¨®pez Bulla
La sombra de Jos¨¦ Luis L¨®pez Bulla rescat¨® ayer el fondo dial¨¦ctico de los congresistas. Los cr¨ªticos, fieles a la tradici¨®n leninista del debate intestino, le cedieron la mayor: un s¨ª con reservas al informe del secretario general, investido de innegable carisma; pero un no a su corolario, es decir, a la hegemon¨ªa de las tesis oficiales. Por lo tanto, la aprobaci¨®n del informe del secretario general saliente no es trasladable mec¨¢nicamente, al debate, de fondo que puede converger, o no, en la elaboraci¨®n de una candidatura, ¨²nica. La tradici¨®n plebiscitaria de los sindicalistas jug¨® ayer una mala pasada a la corriente oficialista.El congreso cerr¨® filas relativamente -el informe se consensu¨® pese a la euforia inicial s¨®lo con un 64% de votos- en torno a L¨®pez Bulla.
En su intervenci¨®n, el todav¨ªa secretario general expres¨® el rechazo del sindicato a la reforma del mercado laboral, su apoyo al reparto del empleo, su visi¨®n sobre un contrato moral para reforzar la afiliaci¨®n y el peso de la central, y la constituci¨®n de una foro de debate permanente entre el sindicalismo y la izquierda.
La reforma, del mercado laboral es el pretexto de los cr¨ªticos para cuestionar la candidatura oficial. Para L¨®pez Bulla y su delf¨ªn Coscubiela, los efectos perversos de la reforma se han detenido o pueden detenerse en parte en la puerta de las f¨¢bricas, gracias al esfuerzo del sindicalismo en la negociaci¨®n colectiva. Los cr¨ªticos sostienen, por el contrario, que s¨®lo podr¨¢ frenarse con movilizaciones generales de car¨¢cter pol¨ªtico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.