Su destino m¨¢s dif¨ªcil

Lo suyo no eran los destinos f¨¢ciles. Primero fue China en el a?o 1977; dos a?os m¨¢s tarde, Jerusal¨¦n (a cuyo Consulado General volver¨ªa en 1987). De all¨ª viaj¨® a Guinea Ecuatorial (1981-1983), donde tuvo que enfrentarse al caso Mic¨®. Tras un par¨¦ntesis en Estrasburgo, regres¨® a Oriente Pr¨®ximo. En la actualidad era embajador en Camer¨²n, Chad y la Rep¨²blica Centroafricana.Conoc¨ª a Norberto en Jerusal¨¦n, donde su entendimiento del problema palestino me fue de gran ayuda. Hab¨ªa le¨ªdo todos los libros manten¨ªa contactos no s¨®lo con las figuras eminentes, sino tambi¨¦n con personas desconocidas que, con el tiempo e desvelar¨ªan claves en el entonces insospechado proceso de paz.

Fue algunos meses despu¨¦s, en Beirut, donde descubr¨ª la faceta m¨¢s humana de Norberto. En pleno resurgir de la guerra civil de L¨ªbano, en 1989, le encantaba organizar tertulias en las que, mezclando, a los interlocutores m¨¢s dispares, se debatiera lo divino y lo humano, pero sobre todo la tragedia de ese pa¨ªs. En reconocimiento a su dedicaci¨®n, el Gobierno liban¨¦s le nombr¨® gran oficial de la Orden Nacional del Cedro, tal vez la condecoraci¨®n que m¨¢s ilusi¨®n le hizo de las numerosas que recibi¨®.

Ahora, de repente, nos ha dejado. Se ha ido a su destino m¨¢s dif¨ªcil-