El Rey pide unidad frente a la sinraz¨®n del terrorismo
Las instituciones y la libertad de prensa permitir¨¢n vencer la corrupci¨®n, afirma don Juan Carlos
, El rey Juan Carlos convoc¨®, en su tradicional mensaje de Navidad, a la unidad de todos los ciudadanos para hacer frente a la "sinraz¨®n del terrorismo" con respeto a las reglas de la democracia y del Estado de derecho. Don Juan Carlos reconoci¨® que este a?o se han producido tensiones fuertes en la convivencia y se hizo eco de la "desmoralizaci¨®n" social que causan las conductas irregulares, pero afirm¨® que "el vigor de las instituciones y la libertad de expresi¨®n aseguran siempre que la corrupci¨®n no pueda prevalecer en un r¨¦gimen democr¨¢tico". El Rey quiso transmitir sosiego y subray¨® que la inmensa mayor¨ªa de los pol¨ªticos son honestos al tiempo que reclam¨® de los poderes del Estado una "ecuanimidad" y un "respeto" rec¨ªprocos.
Cuando se acaba de celebrar la conmemoraci¨®n de los 20 a?os de su reinado, el jefe del Estado se siente orgulloso de haber conseguido su principal objetivo -"llegar a ser un rey de todos"- y anima a recuperar el esp¨ªritu de di¨¢logo y moderaci¨®n caracter¨ªsticos de la transici¨®n. Los atentados terroristas de los ¨²ltimos d¨ªas y los secuestros de los empresarios Jos¨¦ Mar¨ªa Aldaya y Publio Cord¨®n estuvieron muy presentes en el mensaje navide?o. El problema del terrorismo contin¨²a siendo Iluna herida abierta" en la piel de la sociedad. "Pienso con especial afecto en sus v¨ªctimas, todas inocentes, sus familiares y allegados", dijo don Juan Carlos; "pienso en los secuestrados, privados de la libertad y el calor de los suyos, retenidos tan injusta como cruelmente por quienes desoyen el clamor de la sociedad entera". El Rey convoca a todos a la unidad frente "a la sinraz¨®n". S¨®lo desde la unidad en el respeto a las reglas de la democracia y la primac¨ªa del Estado de derecho podremos avanzar en la erradicaci¨®n de esta lacra".No obstante, don Juan Carlos no olvid¨® destacar los logros y avances en la lucha contra el terrorismo si se observa con la adecuada "perspectiva hist¨®rica". Otro elemento de ¨¢nimo que destac¨® fue el trabajo que realizan "valientemente quienes luchan por la paz y la concordia".
Castigo al abuso
La condena de la corrupci¨®n fue otro, de los aspectos m¨¢s destacados del mensaje del Rey junto a la fortaleza de la democracia tanto para descubrir corno para sancionar las conductas irregulares. Aunque habl¨® de la desmoralizaci¨®n que tales pr¨¢cticas producen, don Juan Carlos resalt¨® que la inmensa mayor¨ªa de los pol¨ªticos son honestos.
"La capacidad y el vigor de las instituciones y la libertad de expresi¨®n", dijo el Rey, "aseguran. siempre que la corrupci¨®n no pueda prevalecer en un r¨¦gimen democr¨¢tico [ ... ]. Pero, si hay que denunciar y castigar todos los abusos con firmeza, tambi¨¦n es necesario resaltar que son much¨ªsimos m¨¢s los pol¨ªticos y profesionales que no, sirven al Estado con lealtad y honestidad que los que de ¨¦l se sirven".
El Rey hizo referencia a los esc¨¢ndalos econ¨®micos en el ¨¢mbito privado y asegur¨® que "la gran mayor¨ªa de los empresarios est¨¢n contribuyendo decisivamente con su esfuerzo al progreso y la modernizaci¨®n de nuestro pa¨ªs".
El conflicto entre los poderes del Estado y las "tensiones fuertes" en la convivencia estuvieron presentes en el mensaje cuando don Juan Carlos apel¨® a la Constituci¨®n como forma de resolverlos, puesto que en la Carta Magna -"sancionada por el Rey y refrendada por los espa?oles hace 17 a?os"- se encuentran las "soluciones democr¨¢ticas para cualquier problema por grave y dif¨ªcil que parezca".
Desde su papel de mediador, entre los distintos poderes, el Rey realiz¨® una petici¨®n. "Quisiera hacer una especial llamada", concret¨®, "para la recuperaci¨®n de los h¨¢bitos de di¨¢logo y moderaci¨®n en la vida p¨²blica". "Desde la posici¨®n que me asigna la Constituci¨®n", continu¨® ' "pido a cada uno de los poderes del Estado ecuanimidad y respeto hacia sus respectivas competencias y campos de actuaci¨®n".
A los responsables pol¨ªticos y los interlocutores sociales les pidi¨® "esp¨ªritu de convivencia y compromiso por encima de las naturales y deseables diferencias, ideol¨®gicas". Les record¨® tambi¨¦n que Ios intereses generales han de ser siempre antepuestos a los particulares". Este esp¨ªritu "fue el gran legado de la transici¨®n", record¨® el Rey. "Todos debemos esforzarnos en retomar lo esencial de aquel esp¨ªritu para fortalecer la convivencia, la transparencia y la autenticidad de nuestra democracia".
Don Juan Carlos se refiri¨® con orgullo a los 20 a?os pasados desde el tr¨¢nsito de la dictadura a la democracia: "Os aseguro que la mayor satisfacci¨®n que me cabe al echar la vista atr¨¢s es justamente la de que el principal objetivo que me trac¨¦ desde el momento mismo que asum¨ª la Corona, el de llegar a ser rey de todos, se ha visto, gracias, a vosotros, plenamente cumplido".
Don Juan Carlos agradeci¨® asimismo las muestras de afecto que viene recibiendo y las hizo trascender a todos los que participaron en el cambio democr¨¢tico. "Las tomo", confes¨®, "como muestra de que en mi persona quer¨¦is depositar la gratitud a todos los que, desde posiciones diversas, han aportado lo mejor de s¨ª mismos a la' tarea de devolver a los espa?oles la responsabilidad de su destino hist¨®rico".
Las recientes conmemoraciones de la transici¨®n han reavivado el orgullo colectivo". "Nunca la sociedad espa?ola hab¨ªa gozado de un periodo tan largo de convivencia democr¨¢tica plena", dijo el Rey; "de vigencia completa de los derechos y libertades de los ciudadanos, de reconocimiento y despliegue de la pluralidad cultural e institucional de Espa?a".
Confianza en el futuro
Don Juan Carlos anim¨® al optimismo y a la esperanza pese a todos los problemas. "Ser¨ªa injusto", dijo, "no reconocernos, tambi¨¦n colectivamente, nuestros logros y esperanzas [ ...]. Si analizamos lo que hemos sido capaces de avanzar en un periodo tan corto, en t¨¦rminos hist¨®ricos, no podremos concluir m¨¢s que reafirmando nuestra confianza en la capacidad de la sociedad espa?ola, en nosotros mismos".
Las alusiones a los aspectos positivos no deben servir para la autocomplacencia, sino como est¨ªmulo para seguir trabajando. "Lo conseguido ayer nos indica que podemos dar respuesta", se?al¨® el Rey, "si nos aplicamos a ello, a los problemas de hoy y de ma?ana".
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