La industria espacial europea
Recientemente hice p¨²blico en este mismo espacio cierto escepticismo en la capacidad de negociaci¨®n de los pol¨ªticos y gestores para lograr acuerdos y tomar las decisiones que permitan crear una pol¨ªtica espacial europea bien definida para el pr¨®ximo futuro. Los ministros ya se reunieron, y debo reconocer que los resultados de dicha reuni¨®n son francamente positivos, dicen que de sabios es rectificar y de bien nacidos devolver la honra a quien se la merece.Sin embargo, en las decisiones que se refieren a la pol¨ªtica industrial, s¨®lo se demostr¨®, a mi modo de ver, que la fruta no est¨¢ madura. Por un lado, los ministros muestran su solidaridad para resoIver los problemas de desequilibrio del retorno industrial, e invitan al director general de la ESA a que revise los m¨¦todos de contrataci¨®n para que sea m¨¢s eficaz la gesti¨®n de los programas. Por otro lado, crean un grupo de trabajo para mejorar la pol¨ªtica industrial de la ESA. Este resultado era previsible, y por tanto cabr¨ªa esperar algo m¨¢s imaginativo. El problema es bien conocido: unos pa¨ªses son partidarios de liberalizar totalmente la contrataci¨®n de la industria por parte de la ESA, otros son partidarios de mantener reglas estrictas para equiIibrar los retornos industriales de cada pa¨ªs.
La realidad actual es que a los 20 a?os de creaci¨®n de la ESA algunos pa¨ªses s¨ª han logrado que parte de su industria est¨¦ en condiciones de licitar en competencia abierta; otros necesitan la muleta del retorno equilibrado, y lo grave es que la 'tendencia es hacia una mayor divergencia cuanto m¨¢s estricta sea la regla del justo retorno, pues las empresas se acostumbran a ser protegidas y no hacen los esfuerzos suficientes para encontrar las herramientas que las permitir¨ªan ser m¨¢s competitivas en este sector.
En algunos pa¨ªses, en general los partidarios de mantener el justo retorno, tambi¨¦n se da la paradoja de que algunas empresas que logran contratos en competencia abierta no pueden materializarlos para no desequilibrar el control del justo retorno. Con ser aberrante esta paradoja, no es tan grave como la realidad comercial que ha disparado los mecanismos de defensa de la UE al comprobar que la industria europea del espacio no es competitiva. Ante la frustraci¨®n de ver que miles de millones de ecus invertidos por los pa¨ªses europeos no han logrado evitar la posici¨®n dominante de EE UU, especialmente en el sector de las telecomunicaciones espaciales, tanto la Comisi¨®n como el Parlamento Europeo han decidido asumir el control de la pol¨ªtica espacial a largo plazo.
Si nos sinti¨¦ramos realmente europeos deber¨ªamos de aceptar que el objetivo primordial es que la industria europea sea competitiva en el mundo con independencia, y a veces a expensas, de que muchas empresas de algunos pa¨ªses no sean competitivas dentro de Europa. Pero como a¨²n nos sentimos bastante nacionalistas deber¨ªamos buscar f¨®rmulas imaginativas que nos permitieran llegar al objetivo final sin crispar excesivamente a los distintos pa¨ªses de la UE. Por ejemplo, la f¨®rmula propuesta por el grupo Eurospace, con la que los pa¨ªses estar¨ªan de acuerdo en financiar los programas entre un nivel m¨ªnimo y un nivel m¨¢ximo. Si las compa?¨ªas de un pa¨ªs consiguen en competencia abierta contratos por valor superior al m¨ªnimo propuesto, este pa¨ªs subir¨ªa su cuota del nivel m¨ªnimo al m¨¢ximo. Esto tendr¨ªa dos efectos: se lograr¨ªa dinamizar a las empresas y se conseguir¨ªa casi autom¨¢ticamente el justo retorno. No digo que sea la soluci¨®n, es un simple ejemplo,de lo que puede dar de s¨ª la imaginaci¨®n, si adem¨¢s va acompa?ada de amplias miras a largo plazo y voluntad de di¨¢logo.
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