"Yo intento racionalizar la pasi¨®n"
Empez¨® a trabajar en 1993 y dos a?os despu¨¦s se hablaba de ella en Arco como de una de las revelaciones del joven arte espa?ol. Sus instalaciones y esculturas, entre lo po¨¦tico y lo metaf¨ªsico, han impactado a un p¨²blico que descubri¨® tambi¨¦n el lado l¨²dico de esas piezas. Susy G¨®mez (Pollensa, 1964) est¨¢ empezando a abrirse camino en el extranjero, pero no a la manera agresiva de los a?os ochenta. Entre la raz¨®n y la pasi¨®n, en los l¨ªmites de la propia experiencia y la ajena, es una artista que prefiere la ambig¨¹edad en lugar de las estrategias planificadas.Pregunta. Se puede decir que 1995 ha sido un a?o especialmente bueno en su carrera, ?no es as¨ª?
Respuesta. Profesionalmente, s¨ª. Despu¨¦s de a?os d¨¦ estar trabajando, finalmente este a?o he conseguido atenci¨®n para mi obra. Me ha alegrado mucho tambi¨¦n por la gente que me rodea y por mi familia.
P. ?Qu¨¦ ha significado para usted el que la colecci¨®n Coca-Cola comprara una obra suya, que la incluyeran en el Museo Marugame Hirai de Jap¨®n o la repercusi¨®n de su presencia en Arco 95?
R. Es importante que apoyen a artistas j¨®venes. Es un acto de fe. Ha cambiado mucho la forma de ver las cosas en los ¨²ltimos a?os, y ya no se piensa tanto en la inversi¨®n, sino en contribuir a que el presente pueda dar frutos m¨¢s adelante.
P. ?Piensa que despu¨¦s del boom de los 80 le ha tocado una ¨¦poca dif¨ªcil para definir su lenguaje?
R. No creo que sea dif¨ªcil s¨®lo por el precedente que supusieron los a?os ochenta, aunque eso s¨ª era evidente en mis a?os de Universidad. Hab¨ªa un ambiente muy irreal y en el fondo sab¨ªamos que estaba un poco hinchado. Fue como una trampa. Nos lo cre¨ªmos porque es una tentaci¨®n muy humana. Todos queremos mitos, aunque en el fondo sepamos racionalmente que no tienen sentido. Pero no creo que esos artistas fueran tan malos ni que fueran tan buenos en su momento. Se crearon expectativas tan grandes que luego qued¨® una sensaci¨®n de vac¨ªo. Y no es que no haya quedado nada. No qued¨® nada s¨®lo en la medida de unas expectativas desmesuradas.
P. Lo que ha quedado se nota en cierta forma en sus trabajos, en los medios y materiales que usa en sus instalaciones.
R. Uno va trabajando con lo que hay, con lo que te rodea. Depende de lo que encuentres y desees expresar. No s¨¦ hasta qu¨¦ punto pueden condicionar la parte oscura, que es la que permanece. No s¨¦ hasta qu¨¦ punto son un pretexto o un medio para explicar cosas. Pero es algo en lo que no pienso demasiado. A la hora de explicar o comunicarlo, el material tiene tanta importancia como la idea.
P. Su obra son objetos po¨¦ticos o instalaciones. ?Parte de una base emocional o intelectualiza su prop¨®sito?
R. Yo estoy por la labor de racionalizar la pasi¨®n y en cierto modo apasionarse con lo intelectual. Veo las dos cosas como parte de un proceso. En ocasiones me dejo llevar m¨¢s y en otras insisto m¨¢s en lo racional, aunque de una forma muy intuitiva, En esa labor est¨¢ la idea de que hay que alimentar la intuici¨®n. Dejarse llevar por lo instintivo, pero que ya ha perdido la inocencia.
P. ?C¨®mo alimenta su intuici¨®n?
R. Con la experiencia. Ese dejarse llevar es como el reflejo de una experiencia. Ah¨ª cabe todo. En esa posibilidad de materiales, de formas de explicarse, es donde empiezas a escoger.
P. ?Qu¨¦ tipo de experiencias le interesan m¨¢s?
R. Siempre hay un juego de contradicciones, lo emocional y lo racional, lo f¨ªsico y lo mental. Si partimos de la idea de que veo al artista como a una persona como todas, con una memoria, una psicolog¨ªa, una historia, hay mil posibilidades.
P. ?Qu¨¦ ha estado haciendo en Tur¨ªn?
R. Inaugur¨¦ en el mes de noviembre una exposici¨®n en la galer¨ªa Giorgio Pesano y despu¨¦s me qued¨¦ para termi nar un v¨ªdeo sobre una performance que hice all¨ª. Lo que hice fue una instalaci¨®n titulada Miiiii, y el v¨ªdeo es una especie de di¨¢logo entre la pieza y yo. Es como un Mi alargado, prolongado y donde cabe todo. Para m¨ª, el v¨ªdeo es como otra posibilidad de mirada, un nuevo espacio para la duda. Es un recorrido por una serie de experiencias sensoriales e intelectuales. A m¨ª, lo que me interesa es vivir. P. ?Por qu¨¦ lado? ?El salvaje?
R. S¨ª, salvaje. Hay momentos reflexivos y otros m¨¢s salvajes. Ese recorrido, plagado de experiencias dispares y superpuestas, es lo que me interesa. Te asalta el pensamiento salvaje y luego lees algo muy contenido. Es todo siempre muy confuso y contradictorio.
P. ?Considerar¨ªa la instalaci¨®n Miiiii como algo egoc¨¦ntrica?
R. Veo el mundo como un autorretrato constante, si partimos de la idea de la experiencia. La experiencia de otro no puedo sentirla. En ese sentido, mi trabajo s¨ª es egoc¨¦ntrico, aunque no me guste decirlo as¨ª. Sin embargo, me complace, en cierta forma, decirlo, porque ser¨ªa una falsa modestia. Otra de las contradicciones en las que entras con trabajos como ¨¦ste es cuando pretendes que otro experimente algo. Es como cuando tienes amigos invitados a cenar y quieres quedar muy bien con ellos. Por una, parte, para complacerlos, y por otra, para que ellos reconozcan tu esfuerzo y lo que has hecho. En ese sentido es egoc¨¦ntrico, pero son ellos los que le dan sentido.
P. En la ¨²ltima Bienal de Venecia se observ¨® una especie de regreso a, la figuraci¨®n, a los nombres seguros, y dejaron un poco de lado a los j¨®venes. ?Lo ve como un retroceso?
R. Hist¨®ricamente, el arte ha abierto todas las posibilidades, y limitarse a un medio es limitar sus posibilidades. Decir que no a un cuadro es limitarlo. Cada uno se expresa como puede, y si elige el lienzo y la pintura es asunto suyo. Lo que pasa es que esas ideas individuales, en las que uno es completamente libre, las encierran en etiquetas y en modas. Se habla del regreso de la pintura o el retroceso de no s¨¦ qu¨¦. Pero no creo que ¨¦se sea un problema que tiene el artista al trabajar. No creo que piense que est¨¢ cerrando puertas; son los otros los que lo hacen cuando los engloban en tendencias o en bienales.
P. A lo largo de este siglo, los cr¨ªticos o te¨®ricos del arte han tenido gran influencia en la creaci¨®n de movimientos y modas. ?Cu¨¢l ha sido su relaci¨®n con est¨¦ tipo de cr¨ªtica?
R. El di¨¢logo con la cr¨ªtica me proporciona otra mirada sobre mi trabajo. Pero no s¨®lo eso, sino otros tipos de di¨¢logo. El juego, en el di¨¢logo, me interesa mucho. Un intelectual del arte, un te¨®rico, tiene una serie de ideas sobre tu trabajo y t¨² sabes muy bien su punto de vista y qu¨¦ saca de tu trabajo. El di¨¢logo, cuanto m¨¢s amplio, siempre me parece positivo para la obra.
P. ?No ha habido a veces an¨¢lisis demasido enrevesados de la obra de arte?
R. No s¨¦ si llegaron alguna vez a un an¨¢lisis, porqu¨¦ la verdad es que era muy dif¨ªcil entender lo que quer¨ªan decir. Estos textos que no hay quien los lea te fuerzan a estar muy informado. Pero, por otro lado, no s¨¦ si analizaron tanto, porque luego ten¨ªamos que desmenuzar esos textos tant¨ªsimo que no s¨¦ qu¨¦ es lo que quedaba al final. Yo estoy por una cr¨ªtica mucho m¨¢s clara en la forma y de contenido con verdadera densidad.
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