Un juez ordena la prueba del ADN en un cadaver para 'adjudicar 9 millones'

La tumba de Abdel-Lahh Mohamed Al¨ª, atropellado el 8 de marzo de 1992 por un cami¨®n en la M-30, ser¨¢ abierta ma?ana para darle una madre. Los restos del fallecido -espa?ol, pese al nombre- ser¨¢n sometidos a la prueba del ADN para determinar que F¨¢tima Abdeselam Al¨ª, ap¨¢trida de 38 a?os, es su progenitora biol¨®gica. En caso afirmativo, esta mujer, nacida en Ceuta, abandonada por su esposo y supuesta madre de cuatro hijos madrile?os, recibir¨¢ una indemnizaci¨®n de nueve millones de pesetas por el accidente. Se cerrar¨¢ entonces una trama que durante m¨¢s de siete a?os ha enredado a esta madre analfabeta en un complejo laberinto administrativo-judicial. Un proceso cuyo ¨²nico logro hasta la fecha ha sido confinarla, con el marchamo de ap¨¢trida, en tierra de nadie. "Cada vez que me piden los papeles me humillan por mis apellidos. Pero soy espa?ola y jam¨¢s he salido de este pa¨ªs donde nac¨ª y donde nacieron mis hijos. S¨®lo pido que lo reconozcan. ?Por qu¨¦ es tan dif¨ªcil?", comenta F¨¢tima, a quien la inusual exhumaci¨®n, dictaminada por el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 14 de Madrid, le sabe amarga.Seg¨²n el relato documentado que ofrece de su vida, F¨¢tima naci¨® en febrero de 1957 en Ceuta. Hija de marroqu¨ªes -su padre era un suboficial del Tabor de Regulares-, a los 16 a?os fue entregada a un hombre. Dos a?os despu¨¦s, ya con una hija -ahora emancipada-, viaj¨® de Ceuta a Madrid, donde nacieron Abdel-Lahh y Giuseppe, quien a¨²n vive con ella. S¨² ¨²nico documento era la tarjeta de estad¨ªstica, expedida por la Delegaci¨®n del Gobierno en Ceuta.
El Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa cotejar¨¢ el ADN del cad¨¢ver y el de la familia
El laberinto le deparaba, con todo, una nueva sorpresa. Pese a que la tarjeta de ap¨¢trida le daba ya un lugar en el mundo de los documentados, el juez se neg¨® a paralizar la prueba del ADN. De esta forma, F¨¢tima asist¨ªa a la paradoja de ver c¨®mo una prueba pedida para hacer frente a la falta de identidad oficial segu¨ªa en marcha una vez concedida ¨¦sta. "Un juez reconoce que soy F¨¢tima Abdeselam Al¨ª y me da un documento donde lo afirma, y otro lo pone en duda y me obliga a desenterrar a mi hijo. No lo entiendo", comenta a la hora de enjuiciar la orden judicial.Ma?ana, Abdel-Lahh ser¨¢ desenterrado. Los restos, especialmente los huesos largos y las piezas dentales, ser¨¢n enviados al Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa, donde los forenses comparar¨¢n su ADN con las muestras de sangre extra¨ªdas a F¨¢tima y a sus otros dos hijos, supuestos hermanos del fallecido.
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