Una marea negra de dinero
"Aquellos d¨ªas dec¨ªan/ que pronto se iba a arreglar /y dieron cuatro pesetas / para hacernos callar", cantaban ayer, m¨¢s o menos con la m¨²sica de A rianxeira, cientos de mujeres en el exterior del Palacio de Justicia de La Coru?a. Pr¨¢cticamente todas ellas tienen amplia experiencia como v¨ªctimas de las mareas negras y de sus secuelas, tanto ecol¨®gicas como legales. Cuando ocurri¨® la del petrolero Mar Egeo, el 3 de diciembre de 1992, acababan de cobrar por la del Urquiola, a los 13 a?os de producirse.
En el interior de la Audiencia Provicial, en su Sala Primera, se reanudaba el juicio por el accidente del buque griego, que derram¨® 80.000 toneladas de petr¨®leo despu¨¦s, de embarrancar o, m¨¢s bien, empotrarse sin paliativos contra las rocas en las inmediaciones de la Torre de H¨¦rcules. El recinto se ha acondicionado para 20 letrados en representaci¨®n de las distintas partes en disputa, desde la armadora Aegean Sea Traders Corporation hasta empresas mejilloneras. El sumario consta de 10.000 folios. Hay servicios de traducci¨®n al griego y el ingl¨¦s. Tambi¨¦n, pizarras y monitores de televisi¨®n para explicar al detalle las trayectorias y los rumbos.
Todo ese despliegue para contar con un ¨²nico acusado en el banquillo, el pr¨¢ctico del puerto en la noche de autos, Rodolfo Garc¨ªa Otero que afronta una petici¨®n fiscal de 100.000 pesetas, de multa por un delito de imprudencia. El otro procesado, el capit¨¢n del barco, Constantinos Stavridis, afronta desde cualquier mar del mundo, absuelto por un tribunal griego, una posible sanci¨®n de 300.000.pesetas. A los tres, a?os, la historia de aquella tragedia se repite judicialmente, casi, como una comedia. M¨¢s que qui¨¦n fue el culpable -los abogados proporcionan todas las combinaciones posibles- se juzga a qui¨¦n le toca pagar las indemnizaciones.
"No nos importa qui¨¦n sea el culpable. Lo que queremos es que se responda del desastre: el dinero". As¨ª, con gesto pr¨¢ctico, resum¨ªa ayer el sentir general de los concentrados Xos¨¦ Manuel Carpente, el presidente de la comisi¨®n de la decena de cofrad¨ªas afectadas. ?se es igualmente el sentir general de la mayor¨ªa de los acusadores. Hace diez meses, el primer intento de llevar a cabo la vista oral en el Juzgado de lo Penal n¨²mero 2 se frustr¨® por la incomparecencia del capit¨¢n, que ya hab¨ªa sido juzgado y absuelto por un tribunal griego y contin¨²a navegando.
La situaci¨®n se desbloque¨® gracias a un truco legal ideado por un miembro de la fiscal¨ªa: rebajar las peticiones penales a menos de un a?o, con lo que el capit¨¢n pod¨ªa ser juzgado sin estar presente. La mayor¨ªa de los, acusadores rebajaron entonces sus peticiones a seis meses y un d¨ªa de prisi¨®n, excepto el abogado del Estado, que contin¨²a solicitando dos a?os de c¨¢rcel para Stavridis, y el representante de una firma mejillonera, que pide cuatro anos para cada uno de los dos encausados.
La fiscal¨ªa solicita que dos tercios de la indemnizaci¨®n correspondan a los responsables solidarios del capit¨¢n -la aseguradora UK Ste¨¢niships Assurance y el Fondo Internacional de Compensaci¨®n de Da?os por Contaminaci¨®n de Hidrocarburos- y el tercio restante a los del pr¨¢ctico -la Administraci¨®n espo?ola Y Repsol, destinataria de la carga.
A los 10.000 millones de pesetas que reclaman los pescadores, que s¨®lo han cobrado como adelanto 631, hay que sumar los 8.000 de las distintas administraciones por los gastos de limpieza de las r¨ªas y una cantidad sin determinar solicitada por las empresas mejilloneras.
Sin embargo, e independientemente de lo que decida el juez, tanto la compania aseguradora como el Fondo han anticipado los que consideran sus l¨ªmites de responsabilidad econ¨®mica: 1.121 y 10.000 millones, respectivamente.
A la sala, donde los 20 letrados se flagelan con cuestiones procedimentales, se colaban ayer a trav¨¦s de las vidrieras los c¨¢nticos incansables de las mariscadoras: "A ver si ahora hay juicio / y dictan pronto sentencia, / s¨ª no quieren esperar/ a que perdamos la paciencia".
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