El Bar?a sigue en crisis

El estado de ¨¢nimo lim¨® todas las diferencias posibles. Un H¨¦rcules euf¨®rico y convencido sali¨® con la cara alta de su enfrentamiento con el descre¨ªdo Barcelona, que confirm¨® ayer en el Rico P¨¦rez todos los puntos de su incuestionable crisis. Una defensa de acero y un meta en estado de gracia, Valerio, acabaron por derrumbar la fr¨¢gil moral de los azulgrana.Frente a la mayor calidad t¨¦cnica del Barca, Manolo Jim¨¦nez, t¨¦cnico local, hab¨ªa recetado a sus hombres m¨¢s inteligencia. Estos, convencidos de la efectividad de la f¨®rmula, la aplicaron al pie de la letra: inteligencia ali?ada con unas peque?as dosis de agresividad y oficio, que permitieron al H¨¦rcules complicarle el partido al Barcelona.

En un pen¨²ltimo intento de retomar a los or¨ªgenes, Cruyff volvi¨® a dar preeminencia a los extremos. Sergi siguiendo como un aut¨®mata la cal de la banda izquierda; Prosinecki buscando imposibles quiebros por el lado derecho. En el centro del campo. Popescu, que estrenaba capitan¨ªa, Guardiola y De la Pe?a, formaron el tri¨¢ngulo destinado a marcar la hegemon¨ªa del club al que representaban. Pero implantaron un dominio inocuo, del llamado territorial, la mejor manera de sacarle brillo a la experimentada y rocosa defensa alicantina. Porque aquella reserva de territorio pertenec¨ªa, fundamentalmente al croata Pavlicic, conocido como El indio, por la cinta que recoge su larga cabellera y el respeto que infunde en su ¨¢rea. Un futbolista de presencia tal, que sobre el que se cimenta todo el conjunto alicantino. El duelo que mantuvo con el bosnio Kodro pareci¨® sugerir m¨¢s connotaciones que las puramente futbol¨ªsticas.

Hab¨ªa en el ambiente el aspecto rudo de los enfrentamientos jugados a cara de perro. El Bar?a quiso cubrir la cuota de mala leche exigida por Carlos Rexach y Kodro agredi¨® sin bal¨®n a Gonzalo. Los 22 futbolistas parec¨ªan dispuestos a todo por un pu?ado de balones limpios. Pero sobre todo Sergi, que acumul¨® toda la pro fundidad de su equipo en un par de intr¨¦pidas cabalgadas. Sus centros, sin embargo, se frustraban sin remedio: unas veces por la de presi¨®n que padece Kodro, otras por la magn¨ªfica actuaci¨®n del meta Valerio, que ejerce titularidad s¨®lo en los partidos de Copa. M¨¢s tarde, Sergi abandon¨® el ex tremo, lo ocup¨® Roger, y el Barca cerr¨® de ese modo una v¨ªa de abastecimiento. Por el otro lado, Prosinecki permaneci¨® en el limbo.