El hogar de pensionistas estall¨® tras un escape de gas provocado por la lluvia

El techo del hogar de pensionistas de la cale de Bustamante (Arganzuela) se derrumb¨® el martes por la noche sobre 50 jubilados al estallar una bolsa de gas que se hab¨ªa acumulado en el, subsuelo, seg¨²n confirmaron ayer los t¨¦cnicos del Ayuntamiento de Madrid. A su vez, la acumulaci¨®n de gas fue producida por un escape en las tuber¨ªas a causa. de un corrimiento de tierras originado por la intensa lluvia. Tras a deflagraci¨®n, la cubierta se desplom¨® sobre los jubilados mientras jugaban a las cartas o al domin¨®. De los 39 heridos, cuatro segu¨ªan anoche en estado grave.

Otros siete jubilados permanec¨ªan ingresados ayer en diversos hospitales, donde se les atend¨ªa de fracturas y heridas de diversa consideraci¨®n. Los dem¨¢s volvieron a casa tras pasar la madrugada hospitalizados.Los responsables de Gas Natural comprobaron tras el desplome que el tramo¨® de la tuber¨ªa que discurre junto al centro ten¨ªa una rotura por la que se fug¨® el gas. Seg¨²n la compa?¨ªa, no se descubrieron anomal¨ªas en una revisi¨®n efectuada hace un a?o. Para Gas Natural, la rotura se produjo como consecuencia de un "hundimiento fortuito del subsuelo ocasionado por los ¨²ltimos aguaceros".

El concejal de Protecci¨®n Civil, Carlos L¨®pez Collado, ratific¨® esta versi¨®n. Pero se refiri¨® luego a la responsabilidad de las compa?¨ªas suministradoras en los accidentes por escapes de gas. "Habr¨ªa que establecer alg¨²n principio de responsabilidad de las, empresas; habr¨¢ que preguntarse, si es que la tuber¨ªa se ha roto por movimiento de tierras, por qu¨¦ no est¨¢ m¨¢s fija. Ha habido un mont¨®n de explosiones por gas butano el a?o pasado; habr¨ªa que conseguir tambi¨¦n que las empresas hagan revisiones gratuitas de la instalaci¨®n en domicilios de personas mayores que viven solas, y no dejar su seguridad al albur de la picaresca

El escape se canaliz¨® por la red de saneamiento hasta los bajos del edificio prefabricado.

Estado cr¨ªtico

El, herido de mayor gravedad es Sabino Moreno Dom¨ªnguez, de 70 a?os. Anoche estaba ingresado en la unidad de cuidados intensivos del hospital Cl¨ªnico. Seg¨²n los m¨¦dicos, padec¨ªa le siones en las costillas, la clav¨ªcula izquierda y los pulmones. EI paciente recib¨ªa ventilaci¨®n asistida y permanec¨ªa sedado. Su estado era cr¨ªtico. Otro de los heridos graves, Francisco S¨¢nchez L¨®pez, de 81 a?os, se hallaba en la UVI del hospital de la Concepci¨®n. Y en sendas camas del hospital de la Princesa estaban Andrea Mart¨ªn, de 82 a?os, con fractura de tibia y peron¨¦ y contusiones m¨²ltiples, y Teresa. Cruz Gim¨¦nez, de 90 a?os, con fractura en el h¨²mero.Angel Gonz¨¢lez Prado, p¨¢rroco de la iglesia de Nuestra Se?ora de las Delicias (a la que pertenece el hogar de jubilados), visit¨® a lo largo de la ma?ana a los hospitalizados. Casi todos segu¨ªan sobrecogidos. "Es que fue terrible", dec¨ªa Rosa, ingresada en el hospital Doce de Octubre. Cristina, de 76 a?os, crey¨® que era una bomba. Por eso grit¨® tras el derrumbe: "Canallas, canallas, ??c¨®mo hab¨¦is hecho esto?!". A otros jubilados la explosi¨®n les enmudeci¨®. "Mi padre no puede hablar", explic¨® la hija de Tom¨¢s Y¨¢?ez despu¨¦s de que recibiera el alta en el Ram¨®n y Cajal. Miguel Concepci¨®n, un guardia civil jubilado que participaba en la direcci¨®n del hogar de pensionistas, se emocionaba cuando ayer sus amigos le visitaban. "Ha sido tan impresionante que no pude decir nada", explicaba su esposa.

En cambio, Juliana Gonz¨¢lez, de 80 a?os, ingresada en la primera planta del Doce de Octubre con m¨²ltiples dolores, se resist¨ªa a callarse. "Mis seis amigas y yo jug¨¢bamos al cinquillo de peseta cuando se hundi¨® todo", explic¨®. "A m¨ª me sacaron de all¨ª la ¨²ltima, y s¨®lo me preocupaba por mi marido". A su esposo, Serapio Mel¨¦ndez, de 83 a?os, el techo le da?¨® una pierna. "Yo tambi¨¦n estaba preocupado por m¨ª mujer", cont¨®.

Dos asistentes sociales de la Junta Municipal de Arganzuela visitaron tambi¨¦n a todos los heridos. "Vamos a ofrecer ayuda domiciliaria a los afectados y se les va a brindar apoyo de auxiliares de hogar". "A ver si el alcalde nos hace un nuevo centro", suger¨ªa Juana, de 82 a?os. "Me libr¨¦ por poco, porque estaba con los pies metidos en agua en el cuarto de la peluquer¨ªa [la zona menos afectada por el desplome]. Me hizo m¨¢s da?o el que me sac¨®. Es que me apret¨® mucho de la cintura".

Durante todo el d¨ªa de ayer, la piqueta municipal tir¨® las paredes del centro que hab¨ªan resistido la sacudida. Antes, los integrantes de la comunidad cat¨®lica rescataron las sillas, mesas y enseres indemnes. Entre los escombros aparecieron varias carteras y abrigos. No se salv¨® nada m¨¢s.

Decenas de personas, la mayor¨ªa ancianos, se concentraban ayer en la calle de Bustamante para observar la demolici¨®n. "Es una pena. Yo tambi¨¦n ven¨ªa a veces para tomar mi vaso de leche por 50 pesetas", dec¨ªa Jes¨²s, de 71 a?os.

Seg¨²n Fortunato, uno de los sacerdotes, levantar¨¢n un nuevo centro en un solar cercano que les ha cedido Renfe, junto a la parroquia de Nuestra Se?ora de Los ?ngeles. Hacia las seis de la tarde, muchas personas se reun¨ªan junto al templo (sito a 20 metros del hogar de jubilados). "Hoy la iglesia se va a llenar m¨¢s que nunca para la misa", aventuraba un devoto.