Un mono que vivi¨® hace 9,5 millones de a?os en Espa?a rellena un hueco en la evoluci¨®n

El bipedismo es lo que caracteriza al hombre. Pero entender c¨®mo llegaron a andar erguidos los antiguos monos resulta dif¨ªcil porque existen escasos restos correspondientes a un largu¨ªsimo per¨ªodo de tiempo, entre hace 17 y 3 millones de a?os. Ahora, el estudio de un esqueleto casi completo de una criatura que vivi¨® hace 9,5 millones de anos, encontrada en Catalu?a, est¨¢ rellenando de datos este periodo crucial. Era parecido a un orangut¨¢n y sus descubridores espa?oles lo han bautizado con el nombre cient¨ªfico de Dryopithecus laietanus y el familiar de Jordi.

Los primeros hominoides b¨ªpedos derivan muy probablemente de un antropoide (primate) arbor¨ªcola dotado de un tronco capaz de adoptar posturas erectas. A esta conclusi¨®n han llegado los paleont¨®logos Salvador Moya-Sol¨¤ y Meike Kohler, del Instituto Paleontol¨®gico Miquel Crusafont de Sabadell, tras lograr reconstruir el esqueleto del Dryopithecus laietanus, hallado en el yacimiento de Can Llobeteres, cerca de esta ciudad catalana. Los resultados de esta investigaci¨®n, cuyo primer hallazgo se remonta a 1991, se publican hoy en la revista cient¨ªfica Nature.

Paso previo

El Dryopithecus la¨ªetanus es un hominoide de costumbres arbor¨ªcolas que presenta posturas claramente erectas, aunque no por ello se pueda afirmar que fuera b¨ªpedo. A pesar de que este g¨¦nero se descubri¨® hace m¨¢s de un siglo, no ha sido hasta ahora que se ha podido reconstruir su esqueleto d¨¦ forma completa, lo cual permite lanzar, seg¨²n sus descubridores, diversas hip¨®tesis que puedan explicar cu¨¢l fue el paso previo a la aparici¨®n de los primeros b¨ªpedos.No, en vano, afirman, este ejemplar se sit¨²a cronol¨®gicamente entr¨¦ ¨¦l primer b¨ªpedo conocido, el Australopithecus afarensis (Lucy), datado en tres millones de a?os, y el esqueleto de Pronconsul, un hominoide del Mioceno inferior de 17 millones de a?os hallado en ?frica y claramente cuadr¨²pedo.

Jordi es un primate con valores que ambos cient¨ªficos no dudaron ayer en calificar como de "gran trascex¨ªdencia". En opini¨®n de Moya-Sol¨¤, "nos permite saber cu¨¢ndo y c¨®mo fue la primera vez que los hominoides adoptaron posturas erectas del tronco para adaptarse a la vida arbor¨ªcola", seg¨²n declar¨® a este peri¨®dico. Este, a?ade, es un hecho trascendental porque este tipo de posturas se consideran preadaptativas a la biped¨ªa. "Son el eslab¨®n a partir del cual aparecer¨¢n luego los b¨ªpedos

"El modelo parece l¨®gico", subraya Koffier. "Es m¨¢s fehaciente que primates arbor¨ªcolas con posturas erectas deriven hacia el bipedismo que no bajen de los ¨¢rboles para evolucionar a cuadr¨²pedos y de ¨¦stos a b¨ªpedos", insiste.

El ejemplar reconstruido por los paleont¨®logos permite aclarar, por otra parte, "cuestiones filogen¨¦ticas concretas" sobre el origen de los grandes antropoides. vivientes y, en con creto, permite "reafirmar que nos hallamos ante una forma muy enraizada" con el orangut¨¢n actual. Dicho de otra forma: el Dryopithecus laietaflus "es una forma muy primitiva de orangut¨¢n" que est¨¢ "muy cerca" del hominoide que abandon¨® ?frica hace unos 13 millones de a?os, coloniz¨® Eurasia y,, con el tiempo, dio lugar al actual orangut¨¢n de Sumatra y Borneo.

El hallazgo permitir¨¢ reconstruir, asimismo, el ancestro com¨²n de esta forma que desde Africa dio lugar no s¨®lo a los orangutanes asi¨¢ticos, sino tambi¨¦n al resto de los grandes hominoides vivientes, entre los cuales se encuentran, adem¨¢s de chimpanc¨¦s y gorilas, los seres humanos.. Jordi, por tanto, "est¨¢ muy cerca de c¨®mo debi¨® ser el abuelo de todos". Pero no era el abuelo, remarcan, sino un paso mas en la carrera por encontrar a los hominoides que dieron lugar a los primeros seres b¨ªpedos.

Un yacimiento con historia

El yacimiento de Can Llobateres, cerca de Sabadell, fue localizado durante la d¨¦cada de los veinte por el prestigioso paleont¨®logo Miquel Crusafont. Durante a?os, este cient¨ªfico hall¨® en este lugar diversos restos f¨®siles, entre ellos algunos pertenecientes a ejemplares de driopt¨¦cidos. Sin embargo, jam¨¢s logr¨® encontrar los restos suficientes para reconstruir su esqueleto.

Moya-Sol¨¤ y Kohler dieron, en 1991, con los restos de lo que parec¨ªa ser el rostro de un driopteco. M¨¢s tarde, en 1992, hallaron el f¨¦mur y parte de la columna vertebral y las costillas y, un a?o m¨¢s tarde, el brazo. Con todas estas partes han reconstruido el ¨²nico esqueleto que existe hasta la fecha de una especie que bien pudiera ser el ancestro com¨²n de gorilas, chimpanc¨¦s, orangutanes y seres humanos y el paso previos al nacimiento de Lucy.