El Atl¨¦tico se oscurece
Un gol de Simeone a ¨²ltima hora rescata al l¨ªder en Albacete de su tercera derrota
El Atl¨¦tico se oscurece. Sin Kiko parece un conjunto m¨¢s, muy alejado de aquel bloque autoritario y luminoso que ascendi¨® a la cima de la Liga. El Albacete le descosi¨® ayer con munici¨®n t¨¢ctica y le mand¨® al rinc¨®n. Al final, con el cron¨®metro en el cogote, la fe de Simeone salv¨® un punto. El argentino reuni¨® en un solo lance car¨¢cter y suerte, dos gestos ganadores. Los ¨²nicos capaces de alumbrar al Atl¨¦tico en su noche m¨¢s cerrada.No se encontr¨® c¨®modo el Atl¨¦tico en todo el partido. Floro le arroj¨® una de sus redes sofisticadas sobre la sala de maridos, le blind¨® el campo de operaciones y le sac¨® del partido. Mejor dicho, no le dej¨® entrar. Atascado entre la movilidad de las piezas manchegas y ahogado por su sentido al presionar, el campe¨®n de invierno no acert¨® a descubrir canales por donde conducir la pelota. El Albacete le dej¨® sin control y sin llegada. A oscuras.
La luz del l¨ªder tiene esguince de tobillo. La lesi¨®n de Kiko ha reducido la dimensi¨®n de este equipo. Le ha arrancado de cuajo brillantez, claridad e ideas. El Atl¨¦tico, sin Kiko, se ha convertido en un grupo tratable, resistible, vulnerable. De pronto, todos sus adjetivos han perdido el in. Es un conjunto m¨¢s, que sufre y sangra como cualquier otro.
Hasta en defensa acumul¨® algunos apuros el Atl¨¦tico, no demasiados. Unos los construy¨® Pedro Riesco, que supo rasgar la l¨ªnea rojiblanca con diagonales y paredes. Y el resto los padeci¨® el Atl¨¦tico por su banda derecha, donde aparec¨ªan Bjelica, Alejandro y Jes¨²s. Desde all¨ª, una vez alcanzado el fondo, arrojaban globos venenosos. Fue precisamente por ese lado, por esa banda derecha convertida ¨²ltimamente en una espina, por donde el Atl¨¦tico encaj¨® el golpe que le mand¨® a la lona.
Las variaciones posicionales con las que Antic trat¨® de corregir la espesura de los suyos no sirvieron esta vez de nada. Caminero, Pantic y Simeone (recibi¨® su d¨¦cima tarjeta amarilla en la Liga y no podr¨¢ jugar el pr¨®ximo domingo en Anoeta) no lograron mostrar sus galones en ninguna de las zonas que fueron visitando. El Atl¨¦tico s¨®lo consegu¨ªa. acercarse a Marcos, el portero m¨¢s goleado del campeonato, a trav¨¦s de golpes francos de Pantic, ayer inofensivos, y de zapatazos lejanos de Vizca¨ªno.
A los rojiblancos les quedaba una esperanza, una ¨²nica soluci¨®n: las acciones a bal¨®n parado. Adem¨¢s, el laboratorio de Antic, ese proceso de espionaje que el t¨¦cnico serbio monta sobre los rivales, hab¨ªa averiguado previamente en el Albacete un agujero tremendo: los balones a¨¦reos. Por all¨¢ arriba mor¨ªa todo el orden del dise?o de Floro. Y hab¨ªa que exprimir, por tanto, las pelotas cruzadas, las, faltas indirectas y los saques de esquina.
Y as¨ª, al l¨ªder le lleg¨® el gol salvador en el rechace de un c¨®rner. Era el ¨²ltimo aliento. Vizca¨ªno, siempre atento a lo que escupe el ¨¢rea, acert¨® a colgar el bal¨®n. Simeone se encontr¨® solo [la defensa del Albacete se hab¨ªa ido a la caza de un fuera de juego] y salv¨® la cara a su equipo. Fue un acto de fe, lo ¨²nico que ayer pod¨ªa rescatar al Atl¨¦tico de su tercera derrota. Otro punto en la cuenta del argentino, el socio de lo imposible.
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