"Me inquieta que algunos se adjudiquen la exclusiva de ser de izquierdas"
El secretario general de CC OO apuesta por una estrategia futura que abunde mucho m¨¢s en el equilibrio entre negociaci¨®n y movilizaci¨®n. El objetivo de Antonio Guti¨¦rrez es que "el esfuerzo de lucha que se pide a los trabajadores fructifique en m¨¢s acuerdos de los logrados hasta ahora".Pregunta. En este congreso que empieza el mi¨¦rcoles, adem¨¢s de muchas otras cosas, ?est¨¢ en juego el modelo sindical futuro?
Respuesta. Yo creo que no. Hay, afortunadamente, una mayor¨ªa en pr¨¢cticamente la totalidad de las organizaciones confederadas que han decidido con su discusi¨®n y su voto profundizar en el modelo de sindicato que hemos desarrollado en los ¨²ltimos a?os. Que hay una pol¨¦mica es cierto, pero lamentablemente m¨¢s que sobre cuestiones sustantivas del modelo sindical, la minor¨ªa ha preferido el camino de la descalificaci¨®n a ra¨ªz de cosas hechas. Se han centrado en la posthuelga del 27 de enero de 1994 y en experiencias pasadas, en lugar de promover un debate sobre cuestiones de fondo. Tanto es as¨ª que no han sido capaces de presentar una enmienda a la totalidad, sino un c¨²mulo de propuestas que ellos mismos reconocen que son ingobernables en la pr¨¢ctica.
P. ?Se va a aprobar un modelo sindical en el que la negociaci¨®n es m¨¢s importante que la movilizaci¨®n?
R. No, es un modelo que abunda mucho m¨¢s en el equilibrio entre negociaci¨®n y movilizaci¨®n porque, pese a todo lo dicho, si se analiza este ¨²ltimo mandato no hemos tenido un d¨¦ficit de movilizaci¨®n: hemos hecho dos huelgas generales y la conflictividad no ha cesado. Sin embargo, no hemos tenido, por ejemplo, un acuerdo con el Gobierno desde 1990. Pretendemos que todo ese esfuerzo de lucha que hemos pedido a los trabajadores pueda fructificar en m¨¢s acuerdos de los que hemos tenido hasta ahora.
P. ?Va ser otro punto de referencia del debate el acuerdo sobre mediaci¨®n en las huelgas?
R. Echo en falta en la minor¨ªa que quienes tienen objeciones a este tipo de negociaciones las planteen. Eso nos podr¨ªa permitir explicar c¨®mo este acuerdo es algo que intentamos ya hace trece a?os y que se frustr¨® por la escasa disposici¨®n que ten¨ªa entonces la patronal, pero tambi¨¦n por una reflexi¨®n que hizo el movimiento. sindical. Este acuerdo pudo haber sido uno de los primeros despu¨¦s de la Constituci¨®n y creo que nos hubiera ido bastante mejor si hubi¨¦semos tenido estos trece o. catorce a?os una pr¨¢ctica en la que el sindicato apareciese como primera instancia a la que recurrir para resolver los problemas de los trabajadores, para resolver conflictos... Habr¨ªa subrayado m¨¢s todav¨ªa lo que denominamos sindicalismo de clase. Que es el sindicato que no se ampara en la tutela de las leyes, sino el que se compromete en primer t¨¦rmino en la soluci¨®n de los problemas que aquejan al trabajador.
P. Para aplicar esa estrategia ?es importante el equipo que gobierna el sindicato?
R. S¨ª es muy y importante, porque la democracia no termina en el momento de votar en la urna y contin¨²a plasmando en la pr¨¢ctica la voluntad democr¨¢tica de todo un congreso. No se entender¨ªa que, quienes objetan globalmente la pol¨ªtica que se aprueba en el congreso, pretendan despu¨¦s gestionarla. Qu¨¦ se pensar¨ªa de un gobierno que tras ganar las elecciones democr¨¢ticamente diera la mitad de la administraci¨®n del Estado a la oposici¨®n y que eludiera sus responsabilidades.
P.?Por esa raz¨®n se excluye a los cr¨ªticos del equipo de gobierno?
R. En CC OO no se excluye a nadie, porque la potestad de incluir o excluir en los ¨®rganos de direcci¨®n es de los delegados y delegadas al congreso. Por tanto, debe quedar claro que compa?eros de otras opiniones estar¨¢n en la ejecutiva, pero la propuesta, que yo har¨¦ despu¨¦s al consejo ir¨¢ en coherencia con el mandato democr¨¢tico.
P. ?Y qu¨¦ papel van a tener los cr¨ªticos como simples vocales de la ejecutiva?
R. Ser¨¢n miembros de la ejecutiva con todos sus derechos como los dem¨¢s.
P. Su rechazo a la oferta de mediaci¨®n de Marcelino Camacho hace prever una dif¨ªcil convivencia en el futuro.
R. Cuando una persona se ha caracterizado por encabezar el llamado sector cr¨ªtico, es confundir a toda la afiliaci¨®n decir en el ¨²ltimo momento que el presidente del sindicato se acuerda de que ten¨ªa como misi¨®n la conciliaci¨®n y asegurar la unidad. Yo no quiero dar a ese episodio el car¨¢cter de precedente del futuro.
P. ?Puede haber un voto de castigo a Camacho?
R. Lo que pido es que se deje a los delega dos votar de acuerdo con su conciencia y sin ponerles ante la violencia moral de que, si votan de una determinada manera, est¨¢n premiando o castigando, o con juicios aprior¨ªsticos como ya se ha hecho por parte de la minor¨ªa.
P. ?Por qu¨¦ hizo aquellas declaraciones en medio del congreso del PCE, afirmando "basta ya de injerencias"?
R. Yo advert¨ª que con las cosas que se estaban diciendo y las que ven¨ªan escritas en los informes de aquel congreso se estaban quebrando aspectos important¨ªsimos en la historia, de este pa¨ªs, como es el respecto a la autonom¨ªa de los sindicatos. Meterse en el congreso de un partido a decir c¨®mo tienen que configurarse las corrientes internas de un sindicato, c¨®mo tienen que ser las relaciones entre los comit¨¦s de empresa y las secciones sindicales o anunciar la muerte s¨²bita de todo el movimiento sindical europeo... Me parec¨ªa que marcaba una quiebra con una trayectoria de muchos hombres y mujeres que hemos militado en el PCE. Tambi¨¦n me pareci¨® muy grave que se aprovechara el congreso del PCE para que dirigentes del llamado sector cr¨ªtico de CC OO arremetiesen contra el sindicato. Yo quise dar un toque de atenci¨®n para, que se recuperen las respetuosas relaciones que tiene que haber entre organizaciones que somos independientes.
P. A alguna de su gente la parecieron excesivas esas declaraciones.
R. S¨ª siempre hay quien mantiene una escala de valores jerarquizada en las relaciones partido-sindicato. A veces he echado en falta no haber recibido m¨¢s cr¨ªticas por no salir al paso de otras muchas declaraciones o intromisiones en CC OO. Eso ser¨ªa un s¨ªntoma de madurez y de que se ha asumido seriamente la independencia del sindicato.
P. En las enmiendas del sector cr¨ªtico parece que hay p¨¢ginas id¨¦nticas al informe de Julio Anguita ante el congreso del PCE.
R. Yo esto, honradamente, no me he preocupado de cotejarlo. Incluso me parece un ejercicio un tanto insano el buscar este paralelismo. S¨ª me llam¨® la atenci¨®n que en el informe presentado en el congreso del PCE hubiese a modo de ep¨ªgrafes referencias directas a temas que est¨¢n ahora en discusi¨®n en el sindicato.
P. En este congreso ?CC OO pierde definitivamente toda referencia pol¨ªtica?
R. ?En absoluto! Como me he encargado de abundar en el informe, sugiriendo una reflexi¨®n constructiva acerca de la autonom¨ªa sindical, cuanto mayor sea esta autonom¨ªa mayor ser¨¢ la conciencia pol¨ªtica de nuestra militancia. CC OO y cualquier sindicato tiene que referenciarse ante la vida pol¨ªtica por s¨ª mismo, no a trav¨¦s de referentes partidistas.
P. Agust¨ªn Moreno le acusa de haber emprendido una caza de rojos en el seno de CC OO...
R. ?stas son fintas dial¨¦cticas muy retorcidas. Me inquieta que en CC OO quiera alguien trasladar esta nefasta sectarizaci¨®n y que algunos se adjudiquen la exclusiva de ser de izquierdas, de ser rojos por utilizar el mismo t¨¦rmino. Siempre que se ha hecho eso se ha terminado teniendo comportamientos m¨¢s propios de la reacci¨®n, intolerantes y sectarios. Al contrario, la gente de izquierdas nos hemos caracterizado por buscar siempre la ampliaci¨®n de nuestras filas, por el respeto a distintas opiniones y por no adjudicamos etiquetas en exclusiva.
P. Tambi¨¦n se atribuye Moreno el haber decidido hace ocho a?os que usted fuera el secretario general de CC OO.
R. Me ha parecido una revelaci¨®n lamentable por parte de Agust¨ªn. En aquella ocasi¨®n, yo y solamente yo, le dije que si ¨¦l ten¨ªa alguna aspiraci¨®n leg¨ªtima no tendr¨ªa ning¨²n inconveniente en apoyarle. Sin embargo, no hubo ninguna organizaci¨®n que propusiera a Agust¨ªn. Que ¨¦l haga esta revelaci¨®n ahora indica que quiso ser secretario general y no pudo serlo. Tambi¨¦n se pone en evidencia con esa exageraci¨®n, mediante la que se compara con Nicol¨¢s Redondo. A Redondo en Suresnes le propon¨ªan para ser secretario general del PSOE, y a Moreno no le propuso nadie.
P. En el an¨¢lisis que Moreno y su grupo realizan de la gesti¨®n de estos cuatro a?os hay ataques tremendos, como acusar a la direcci¨®n de pasividad ante las agresiones del Gobierno, de aplicar una estrategia sindical err¨®nea, de derechizaci¨®n...
R. Sin pensar en nadie en concreto, sin intenci¨®n de herir a nadie, dif¨ªcilmente se puede acusar de pasividad a este sindicato ni a UGT, cuando, codo con codo, no hemos dejado de estar a la cabeza en la defensa de los intereses de los trabajadores en cualquiera de las movilizaciones. No hemos dado balones de ox¨ªgeno al Gobierno; nuestro inter¨¦s es que los trabajadores respiren mejor social, econ¨®mica y culturalmente; y profundizar en la unidad sindical con la que hemos luchado contra determinados aspectos de la pol¨ªtica econ¨®mica y as¨ª lo seguiremos haciendo con futuros gobiernos.
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