La frustraci¨®n se extiende por el Camp Nou

Frustrante. Quiso y no pudo el Bar?a. No tuvo suerte: hasta tres remates escupieron los postes Mejor pint¨® a¨²n para el Deportivo y, sin embargo, estuvo de masiado caritativo. Miserias de dos equipos ganadores que hoy no encuentran su sitio en la tabla justo en el momento en que dobla el calendario. No saben qu¨¦ les espera. A la rabia contenida de N¨²?ez y a la flema de Cruyff los jugadores, respondieron con amor propio. Pero ahora sobran agallas y falta criterio. Hay, eso s¨ª, indicios que aconsejan no tirar la toalla. Unos y otros se han puesto al menos el mono de trabajo y se han dejado de tanta ch¨¢chara. Existe consenso en que, por el bien de todos, es conveniente ganar, y para ello ayer era necesario dibujar un equipo que se arremangara con alegr¨ªa. Quiz¨¢ porque no hay mejor manera para entender la melancol¨ªa futbol¨ªstica del Bar?a que mirar a Kodro, Cruyff mont¨® un partido en que el ¨¢rea era una zona de llegada y no el hogar del ariete. El equipo, sin embargo, no pis¨® nunca la zona de definici¨®n. Le falt¨® siempre un punto: un punto para salir y otro para entrar. El cuero se perdi¨® reiteradamente en las zonas de gestaci¨®n del juego y el equipo fue a la deriva en defensa y en ataque durante, casi una hora. Los futbolistas fueron cambiando de cometido en cada acci¨®n. Faltaba s¨®lo que el Deportivo ligara una jugada para que Cruyff retocara las demarcaciones: ora Popescu era libre, ora era volante; Sergi comenz¨® como segundo central y despu¨¦s sigui¨® de lateral; Nadal igual era interior que defensa; Prosinecki y Figo se cruzaban a derecha e izquierda; y perdida la noci¨®n del medio centro y del pivote, ni Guardiola ni Iv¨¢n conectaban con Bakero. Nunca se centr¨® el equipo.La confusi¨®n azulgrana contrast¨® con la clarividencia del Deportivo. Lleg¨® Toshack al Camp Nou con un equipo con mucho cuerpo, pero sin botas por la falta de Bebeto. El colectivo blanquiazul se redimi¨® con su buena posici¨®n ante el caos circulatorio de los azulgranas. Toc¨®, se abri¨® y jug¨® como quiso: siempre dos contra uno en cada sector del campo. El Bar?a, en cambio, no dio cuatro pases seguidos. Perdi¨® muy a menudo la pelota y, a falta del juego asociativo, tir¨® de las acciones aisladas y de las jugadas a bal¨®n parado. Un bal¨®n al travesa?o de Prosinecki a la salida de un saque de esquina fue todo el bot¨ªn barcelonista en la primera mitad. Lleg¨® m¨¢s y mejor el Deportivo, pese a que tir¨® tambi¨¦n muy poco. El gol de Radchenko, en cualquier caso, fue la s¨ªntesis del dominio forastero. Tuvo el partido en sus manos el Deportivo en el tramo anterior al descanso.

Fue el azulgrana otra vez un f¨²tbol sincopado (aqu¨ª pierdo el bal¨®n y all¨ª lo pillo) y de gatillo (Bakero y Figo remataron a los postes) frente al juego de tiral¨ªneas del contrario. El Bar?a pretendi¨® escenificar la misma pel¨ªcula que le sirvi¨® para ganar al Espanyol por intimidaci¨®n. Incluso sali¨® ?scar y Aldana como Lard¨ªn aquella noche fall¨® un gol. Pero esta vez no hubo suerte. El Bar?a se qued¨® seco (lleva un gol en tres partidos) cuando m¨¢s merec¨ªa marcar. Toda una frustraci¨®n.