Solo ante el peligro
Muchos de los periodistas que estuvieron ayer en el Camp Nou eran unos cr¨ªos cuando Cruyff jugaba al f¨²tbol. Anoche, aquellos mismos ni?os que tanto disfrutaron vi¨¦ndole jugar tem¨ªan tener que retransmitir el triste espect¨¢culo de un Johan s¨®lo ante el peligro fusilado por sus enemigos. Como en las pel¨ªculas del Oeste, pod¨ªan o¨ªrse los martillazos de los sepultureros construyendo el ata¨²d del entrenador mientras los duelistas -N¨²?ez-y Cruyff- se acercaban a una calle principal abarrotada de mirones. En el cielo, los buitres volaban por el campo.Mientras tanto, las meticulosas c¨¢maras de Canal + enfocaban a nuestro h¨¦roe. Cruyff vest¨ªa un elegante jersey de cuello alto, como si quisiera taparse el cuello para no dar ideas a los que pudieran sentir de pronto la irreprimible necesidad de colocarle una soga y ahorcarle. Se le ve¨ªa nervioso, y no le faltaban motivos. Le acorralaban no s¨®lo una racha de malos resultados, sino tambi¨¦n la barriobajera campa?a medi¨¢tica que Josep Llu¨ªs N¨²?ez protagoniz¨® durante la semana.
La calma artificial pareci¨® quebrarse durante un rato, pero se mantuvo como un buen presagio hasta que, en el minuto 39, lleg¨® el gol. Del Deportivo. Un escalofr¨ªo recorri¨® el Camp Nou. ?Ay! Recuerdos de derrotas. Pesimismo. Nervios. Mal rollo. Los poetas locales conectaron su chip m¨¢s funerario y empezaron a escribir una versi¨®n del lorquiano Llanto por Ignacio S¨¢nchez Mej¨ªas con Johan Cruyff de protagonista. "A las ocho de la tarde. A las ocho y catorce de la tarde, un ruso larguirucho acab¨® con la esperanza del Bar?a. El viento se llen¨® de algodones y el ¨®xido sembr¨® cristal y n¨ªquel ...". Puyal, en Cataluyna Radio, ajeno a la cat¨¢strofe que muchos presagiaban, continu¨® animando a la audiencia y haciendo un brindis al sol. Menuda fe la de este hombre. Hasta que, de pronto, cuando casi nadie lo esperaba, Abelardo empat¨® el partido con un precioso remate de cabeza. Bravo. Volvi¨® la ilusi¨®n. Recuerdos de victorias. Buen rollo. Optimismo. Minutos de electricidad, pero, seamos claros, poca efectividad. ?Saldr¨ª¨¢ ?scar? ?Sustituir¨ªan a Iv¨¢n de la Pe?a? ?Marcar¨ªa finalmente Kodro? Miles de opiniones recorr¨ªan el dial y la grada.
Cruyff, sin embargo, es ¨²nico, y salv¨® la papeleta con un empate que, m¨¢s que resolver, pospone las decisiones. La guerra contin¨²a. El sepulturero sigue, impert¨¦rrito, lavando los tablones del ata¨²d. Los buitres aun merodean por all¨ª dando vueltas. A escala informativa, esta semana se llevar¨¢n los problemas contractuales entre Cruyff y N¨²?ez. ?ste es el cartucho que Jaume Roures, asesor del holand¨¦s, ha lanzado para distraer la atenci¨®n del respetable. El petardo va cargado con la suficiente p¨®lvora para que la directiva pique y se queme las manos. Y mientras hablamos de copias de contratos y firmas, mientras sacamos a la luz unas miserias que huelen m¨¢s a dinero que a barcelonismo, nos vamos olvidando de que ayer se pudo ganar y que, una vez m¨¢s, no se gan¨®. Por culpa de los palos, por culpa de la lluvia, por culpa de lo que sea. Menos del p¨²blico, cada vez m¨¢s "sufridores en casa".
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