Cerradas, bloqueadas y asfixiantes
Las medidas cautelares (libertad bajo fianza de 15 millones, retirada del pasaporte, presentaci¨®n quincenal en el Supremo) aplicadas el pasado viernes a Barrionuevo anuncian con alt¨ªsimo grado de probabilidad el procesamiento de quien era ministro del Interior cuando esa banda criminal asesin¨® a cerca de treinta personas en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s. El auto dictado por el magistrado instructor del caso GAL expone detalladamente los motivos de esa resoluci¨®n judicial, basada sobre la sospecha racional de que el ex ministro particip¨® como colaborador necesario en la detenci¨®n ilegal de Segundo Marey. La anunciada inclusi¨®n de Barrionuevo en las listas electorales del PSOE aumenta las repercusiones escandalosas de una noticia que implica a un antiguo miembro del Gobierno socialista en acciones contra ETA catalogables dentro del terrorismo de Estado.El Congreso, las asambleas legislativas de las comunidades aut¨®nomas, los ayuntamientos y el Parlamento Europeo son elegidos mediante listas cerradas y bloqueadas de candidatos que son fabricadas por los partidos y las coaliciones; s¨®lo el Senado concede a los votantes plena libertad para organizar sus preferencias seleccionando tres de los nombres incluidos en las papeletas, cualquiera que sea su filiaci¨®n partidista. Pero las listas, adem¨¢s de cerradas (no cabe tachar candidatos ni introducir otros nuevos) y bloqueadas, (tampoco se permite alterar el orden nominal fijado internamente), ser¨¢n tambi¨¦n asfixiantes para muchos electores habituales del PSOE que se topen con el nombre Barrionuevo refugiado dentro de la inmodificable papeleta.
La provocadora presencia del ex ministro en las listas plantear¨¢ a los votantes potenciales del PSOE dilemas pol¨ªticos y conflictos morales de los que s¨®lo podr¨¢n librarse dos tipos opuestos de electores: quienes crean a pie juntillas en la inocencia de Barrionuevo y quienes den por descontada su culpabilidad penal pero le exoneren en nombre de la raz¨®n de Estado. Esas dos contradictorias posiciones, reconciliadas parad¨®jicamente en las urnas, son el resultado del doble mensaje emitido por el PSOE sobre los GAL desde hace a?os: la proclamaci¨®n expresa de la inocencia del Gobierno socialista suele marchar en paralelo con la aceptaci¨®n sobreentendida y la justificaci¨®n impl¨ªcita de la guerra sucia como una tragedia inevitable. De esta forma, Barrionuevo ser¨ªa a la vez la candorosa v¨ªctima de una oscura conspiraci¨®n maquinada por los enemigos del PSOE y el heroico perseguidor de ETA a trav¨¦s de procedimientos legales e ilegales, el falso culpable condenado por un error judicial propio de: una pel¨ªcula de Alfred Hitchcock y el vengador justiciero sin reparar en medios, t¨ªpico de la filmograf¨ªa de Clint Eastwood.Sucede, sin embargo, que los potenciales votantes socialistas no siempre ser¨¢n tan ingenuos como para aceptar las protestas de inocencia de Barrionuevo, ni tan c¨ªnicos como para condenar en p¨²blico y defender en privado las sangrientas haza?as de los GAL. No se trata s¨®lo de un conflicto moral, reservado despectivamente por los profesionales del poder a las almas bellas, los intelectuales mojigatos y las monjas clarisas; la asfixia producida por esa lista cerrada y bloqueada con Barrionuevo protegido dentro de la fortaleza es de naturaleza pol¨ªtica. Porque los potenciales electores socialistas que no comulguen con ruedas de molino ni acepten la doble moral de la raz¨®n de Estado se ver¨¢n obligados el 3-M, o bien a votar en blanco, favoreciendo de este modo la causa del PP, o bien a depositar la papeleta del PSOE en la urna con la nariz tapada, validando as¨ª las pretensiones de impunidad de quienes primero organizaron o encubrieron operaciones de guerra sucia contra ETA y distorsionaron despu¨¦s el funcionamiento del Estado de derecho para borrar sus huellas.
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