"Te vuelves insoportable"

Suma dos intervenciones quir¨²rgicas, 174 d¨ªas de baja y miles de horas de desesperaci¨®n. A Manuel S¨¢nchez Delgado, Manolo, 31 a?os reci¨¦n cumplidos, la primera lesi¨®n grave de su carrera (fractura del peron¨¦ y del ligamento lateral interno del tobillo derecho, complicada, al mes con un problema en un nervio) le est¨¢ valiendo por todas las que esquiv¨® en el pasado. "Esto es muy duro", dice. "Me pronosticaron entre cuatro y seis meses de baja, y ya como poco ser¨¢n siete. Conf¨ªo en quedarme como estaba antes, pero estoy sufriendo".Desde aquel amistoso de agosto en el que le sorprendi¨® la lesi¨®n, su vida dio un vuelco brusco. Sucedi¨® justo el d¨ªa de su deb¨² con el M¨¦rida, a donde tuvo que emigrar cuando el Atl¨¦tico, su equipo de siempre, le cerr¨® las puertas. Con todo, lo peor ya ha pasado: "Lo pas¨¦ realmente mal. Me tir¨¦ tres meses sin poderme mover, con continuos calambres en la planta del pi¨¦ y en los dedos. Todo el d¨ªa con la pierna derecha en alto. Y no poder hacer nada, cansa m¨¢s. Pero ya he ganado mucho. Parece que el nervio se cura. Crece un mil¨ªmetro al d¨ªa. Ya hago una vida normal. Ahora soy persona. Con anterioridad no lo era, de verdad. Fueron tres o cuatro meses muy malos".

Manolo convirti¨® su d¨ªa a d¨ªa en algo muy mon¨®tono, demasiado pesado: cinco horas de ejercicios de recuperaci¨®n, tan molestos como repetitivos, y mucho reposo. "Son horas y horas de tratamiento con los fisioterapeutas. Sesiones de entrenamiento de ma?ana y tarde. La mayor¨ªa, por mi cuenta. Y siempre igual: carrera continua. Subir y bajar las gradas del municipal. Adem¨¢s, con mucho cuidado, guardando despu¨¦s el debido descanso. El pie se pone morado y se inflama, y de ah¨ª el reposo con la pierna en alto". El bal¨®n, ni verlo.Manolo ha sufrido un cambio de car¨¢cter: "Por las ganas de ponerte bien y por los dolores, te vuelves insoportable. Y lo pagas en casa. La que m¨¢s ha, tenido que sufrir todo esto ha sido mi mujer. Y mis padres. Lo que es mi familia". El cine, la televisi¨®n, las cenas con sus mejores amigos del equipo (Monreal, Quique Mart¨ªn y Loren) y presenciar los partidos del M¨¦rida, desde la grada, claro, han sido sus escasos ratos de diversi¨®n.

Manolo reconoce que "alg¨²n d¨ªa que otro, cuando los dolores aumentaban", temi¨® por lo peor. "?Y si no quedo bien?", se preguntaba. Ahora piensa todo lo contrario. Ya ve "la luz al final del t¨²nel". En febrero, sue?a con volver al c¨¦sped.