Dormir bajo la amenaza

Los m¨¢s madrugadores habitantes de Flix sintieron ayer alg¨²n rastro del penetrante! olor a cloro al levantarse por la ma?ana. Todos hab¨ªan. dormido, sin enterarse, baje, una amenazante nube. Era dif¨ªcil encontrar alg¨²n vecino que hubiera vivido conscientemente el peligro. Ni siquiera en la colonia, un grupo de casas a escasos cien metros de la f¨¢brica, se enteraron. Una, de sus vecinas, Rosa Mar¨ªa Arasa, supo lo que hab¨ªa pasado cuando sus familiares de Torredembarra, Zaragoza, Barcelona y Madrid la empezaron a llamar alarmados por la ma?ana. "?Si hubiera sido en verano ... !", exclama. El alcalde de Flix, Antoni Sabat¨¦, volv¨ªa de madrugada por la carretera del vecino pueblo de Maials, donde hab¨ªa asistido a la fiesta mayor. La fuga se acababa de producir y Sabat¨¦, empleado de Erkimia, supo inmediatamente que pasaba algo gordo. Con los ojos llorosos entr¨® en un bar y por tel¨¦fono puso en marcha el dispositivo de emergencia municipal. Poco despu¨¦s el alcalde de Maials advert¨ªa por megafon¨ªa a los vecinos de Flix que a¨²n estaban en el baile que no volvieran a su pueblo porque la carretera estaba cortada.