Los directores de los institutos temen un comienzo ca¨®tico de la nueva secundaria
Los centros no saben c¨®mo informar los alunmos sobre el el pr¨®ximo curso
Juan, un ni?o madrile?o que vive en el distrito de La Latina y cursa en el presente a?o acad¨¦mico s¨¦ptimo de EGB, en septiembre pr¨®ximo pasar¨¢ al segundo curso de la educaci¨®n secundaria obligatoria (ESO). Dicho curso sustituye al octavo de EGB en el nuevo sistema educativo de la LOGSE, aunque, de acuerdo con el calendario oficial para la implantaci¨®n progresiva de la ley, no deber¨ªa entrar en vigor con car¨¢cter general hasta el a?o acad¨¦mico 1997-98. Su amigo Pedro, que hace octavo de EGB, pasar¨¢ a primero del BUP, es decir que continuar¨¢ dentro de la estructura de la a¨²n vigente ley General de Educaci¨®n de 1970.Dos calles m¨¢s arriba, ya en el contiguo barrio de Carabanchel, Luis, que estudia s¨¦ptimo de EGB, pasar¨¢ en septiembre al octavo curso (seguir¨¢, pues, dentro del sistema del 70), mientras que un cuarto chaval, Antonio, saltar¨¢ del octavo de la vigente EGB al tercero de la nueva y anticipada ESO, naturalmente sin haber pasado antes por primero y segundo.
Los nombres de estos cuatro muchachos son imaginarios, pero el variopinto y confuso futuro acad¨¦mico que les aguarda es tan real como la vida misma. Tan confuso como el que espera a una buena parte de los 520.000 alumnos que en septiembre pr¨®ximo deber¨¢n pasar del sexto curso de primaria (la primera etapa del nuevo sistema ya implantado) al primero de la ESO, que ya entrar¨¢ en vigor con car¨¢cter general en toda Espa?a.
?Seguir¨¢ mi hijo el curso pr¨®ximo en este colegio o pasar¨¢ a un instituto? ?A cu¨¢l? ?Dispondr¨¢, como hasta ahora, de servicio de comedor? ?Es cierto que si pasa a un instituto, a pesar de tener s¨®lo 11 a?os, en los minutos del recreo podr¨¢ salir a la calle como hacen actualmente los alumnos de bachillerato?. ?Es" cierto que mi hija har¨¢ la secundaria en el mismo colegio que hizo la primaria, pero que para determinadas clases tendr¨¢ que desplazarse al instituto de secundaria al que se encuentra adscrito su colegio? ?A d¨®nde podr¨ªa enviar el a?o pr¨®ximo a mi hijo, a quien le tocar¨ªa entrar, en el nuevo sistema, para que pueda continuar con el antiguo. y hacer el BUP como sus hermanos?..."No sabemos contestar"
"Todas ¨¦stas y muchas otras preguntas, absolutamente. l¨®gicas, nos llueven estos d¨ªas y no sabemos contestar a la mayor¨ªa de ellas", cuentan los directores de seis institutos madrile?os. Y lo que m¨¢s les prepocupa es que las. familias de los alumnos no saben que ellos mismos, los reponsables de los centros, tienen un mar de dudas adicionales que, al parecer, las autoridades ministeriales no est¨¢n tampoco en condiciones de contestar todav¨ªa.
"Nos prometen esforzarse en tenerlo todo a punto", dicen, "pero nos tememos lo peor: que llegue septiembre y ni siguiera conozcamos la totalidad de la plantilla de la nueva secundaria antes de comenzar las clases, tanto si ha de estar toda ella en un ¨²nico centro como si ha de permanecer repartida provisionalmente entre un colegio de primaria y el instituto al que aqu¨¦l se encuentra adscrito". Explican los directores que este aspecto, el de las plantillas, depende de la resoluci¨®n administrativa de un complejo concurso. general de traslados que ni siquiera ha sido convocado a¨²n.Los seis directores coinciden en que ha habido un retraso considerable en la planificaci¨®n de la implantaci¨®n generalizada de la secundaria y un evidente frenazo ("debido a la crisis", reconocen todos) en las inversiones econ¨®micas que debieron hacerse desde el 90, cuando se aprob¨® la LOGSE, para adecuar los centros a la reforma. "El taller de Tecnolog¨ªa, obligatorio en todos los centros de secundaria, no est¨¢ generalizado, y tampoco los equipos de orientaci¨®n, igualmente obligatorios".
Pero lo que m¨¢s les fastidia es constatar que la mayor¨ªa de los colegios privados, algunos colindantes con sus institutos, s¨ª saben c¨®mo contestar a las preguntas de sus alumnos y sus padres. "La mayor¨ªa no anticipa la reforma", explican los directores de los institutos p¨²blicos, "se limitan a iniciar primero de secundaria cuando lo impone el calendario general, es decir el curso pr¨®ximo. Y desde luego pueden garantizar a los padres que mantendr¨¢n intactos los mismos servicios que han venido prestando a sus hijos en la ense?anza primaria: el comedor si hay comedor, el transporte si hay transporte, la jornada de ma?ana y tarde, etcetera, etc¨¦tera".Futuro de la red p¨²blica
Los directores de los institutos piensan que "el Ministerio no parece suficientemente consciente de la amenaza que representa para el futuro de los centros p¨²blicos este estado de confusi¨®n". "Hasta ahora", argumentan, un porcentaje muy elevado de alumnos de los centros privados concertados pasaba autom¨¢ticamente a los institutos de bachillerato al terminar la EGB, pero en adelante este flujo permanente de la red privada a la p¨²blica no est¨¢ tan claro que se vaya a mantener". Si se ampl¨ªan los conciertos ( las suvenciones estatales) a los dos cursos que la LOGSE a?ade a la ense?anza obligatoria y, sobre todo, si persiste este clima de incertidumbre, temen los directores de los centros del Estado que podamos estar asistiendo al principio del fin de la hasta hoy potente red de la ense?anza p¨²blica en Espa?a.Por otro lado, muchas de las familias que hayan tenido a sus hijos educ¨¢ndose en un centro privado durante los cuatro cursos de toda la secundaria (l¨®gico, si la ense?anza de toda esta etapa les va a resultar gratuita), pueden optar por mantenerlos tambi¨¦n cuando tengan que cursar el nuevo bachillerato de la LOGSE, de s¨®lo dos a?os de duraci¨®n, aunque tengan que hacer el sacrificio de pagarlo.
Ni que decir tiene que en el Ministerio no ven las cosas tan oscuras. Aseguran que los padres van a tener en los pr¨®ximos d¨ªas "una explicaci¨®n detallada sobre el, futuro acad¨¦mico que corresponde a sus hijos". Dicen que est¨¢n ya impresas las cartas que se van a enviar a las familias de todos los alumnos que este curso est¨¢n estudiando sexto de primaria y s¨¦ptimo de EGB en los centros del territorio escolar dependiente de la gesti¨®n de la Administraci¨®n central. En ellas se les explica qu¨¦ y donde pueden estudiar el a?o acad¨¦mico pr¨®ximo y en los sucesivos.
Lo que seguramente no va a explicar nunca el Ministerio es por qu¨¦ dos alumnos que tienen la misma edad, que viven casi al lado el uno del otro y cursan este a?o los mismos estudio s, han de seguir caminos acad¨¦micos absolutamente diferentes.
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