40 a?os cantando

El homenaje al tenor Alfredo Kraus, patrocinado por el Ministerio de Cultura, dist¨® mucho de ser un acto oficial. Es cierto que all¨ª estaban ministros y directores generales de ayer y de hoy, pero el tono, el ambiente y el calor fueron eminentemente populares y los impusieron desde el para¨ªso los m¨¢s entusiastas. No sugiero con ello que los asistentes de palcos y butacas fueran remisos en el aplauso, sino que verdaderamente Kraus mantuvo anteanoche lo que disfruta desde hace 40 a?os: la unanimidad. Ya al salir a escena, Alfredo Kraus fue recibido con una ovaci¨®n interminable que se reprodujo con tanta o m¨¢s intensidad y duraci¨®n despu¨¦s de cantar Pourquoi me r¨¦veiller, la c¨¦lebre aria de Werther con texto basado en Ossian. Esto es: romanticismo sustancial y evidente.El homenaje ten¨ªa una motivaci¨®n muy digna de celebrarse: hace 40 a?os -los har¨¢ exactamente el d¨ªa 23 de octubre- propios y extra?os descubrimos a un tenor llamado al triunfo, la pasi¨®n y la leyenda. Protagonizaba Do?a Francisquita.

Estaban en escena con Kraus, Ana Mar¨ªa Olaria, Ana Mar¨ªa Iriarte, el malogrado Gerardo Monreal y los hist¨®ricos An¨ªbal Vela y Selica P¨¦rez Carpio, los coros de Jos¨¦ Perera, los ballets de Alberto Lorea, la orquesta titular del coliseo de Jovellanos, el director musical 0d¨®n Alonso y el esc¨¦nico Jos¨¦ Tamayo. Gran jornada para todos, pero la llamarada fue la aparici¨®n de Alfredo Kraus, un tenor de gran presencia "modos se?oriales, voz d¨²ctil, extensa y segura, un tenor de gracia", como escribiera Lauri Volpi, que se hab¨ªa formado principalmente en Mil¨¢n con la profesora espa?ola Mercedes Llopart.

El pr¨®ximo 24 de septiembre, Kraus cumplir¨¢ 69 a?os y parece cosa de milagro -como alg¨²n espectador le grit¨® anteanoche- escucharle en plenitud de su arte y con unas posibilidades vocales defendidas por una inteligencia y una t¨¦cnica fuera de serie, capaz de triunfar en potentes y bien timbrados agudos y, por supuesto, de mantener intacto el estilo, el fraseo, la clara dicci¨®n y el rigor de concepto.

El programa inclu¨ªa un bloque de fragmentos de Do?a Francisquita y los actos tercero y cuarto de Werter. Colaboraron con Alfredo Kraus la soprano grancanaria Yolanda Auyanet, de bello timbre y noble estilo, la mezzo suizo-colombiana Marta Senn, una voz densa y una dramaturgia fuerte y el bar¨ªtono onubense Juan J. Rodr¨ªguez, de medios pastosos y como los dem¨¢s seguidor de una manera que impon¨ªa con su actuaci¨®n el propio Kraus lo que ya es decir mucho. Intervino la Escolan¨ªa de C¨¦sar S¨¢nchez y dirigi¨® brillantemente el experto Jos¨¦ Collado que dio plena gracia al fandango de Do?a Francisquita. Al final se reprodujeron las ovaciones y desde las alturas volaron hacia Kraus miles de papelillos blancos, resumen optimista de un ¨¦xito superlativo.