Jud¨ªos et¨ªopes denuncian que Israel rechaza su sangre por racismo

Jud¨ªos et¨ªopes, los falashas que emigraron a Israel hace una d¨¦cada, se han enterado escandalizados de que sus donaciones de sangre han ido sistem¨¢ticam¨¦nte a parar a la basura, por una disposici¨®n contra el riesgo de contagio del sida. "Es racismo puro. Somos hermanos de sangre de los israel¨ªes pero nuestra sangre es arrojada a la basura porque somos negros", declar¨® airadamente el jefe de la comunidad et¨ªope Adiso Masala, uno de los 60.000 emigrantes et¨ªopes que llegaron a Israel entre 1984 y 1985 como parte del programa de absorci¨®n de las "tribus perdidas".El esc¨¢ndalo estall¨® cuando el diario Maariv public¨® una fotograf¨ªa de un frasco de sangre con la leyenda: "No usar. Donante de Etiop¨ªa". El director del banco de sangre de Israel, Amn¨®n Ben-David confirm¨® en entrevistas con la radio israel¨ª que toda la sangre donada por et¨ªopes es destruida incluso antes de someterla a pruebas de laboratorio. Pero el ministro de Sanidad, Efra¨ªn Sneh, trat¨® de justificar la medida citando estad¨ªsticas seg¨²n las que el ¨ªndice de HIV ' entre los et¨ªopes es 50 veces m¨¢s alto que entre la poblaci¨®n en general. Sin embargo, admiti¨® que los donantes deber¨ªan haber sido advertidos del alto porcentaje de posibilidades de que sus donaciones fuesen in¨²tiles. '

Masala declar¨® que todos los inmigrantes et¨ªopes hab¨ªan sido sometidos a ex¨¢menes m¨¦dicos mucho m¨¢s rigurosos que los que se exigen a otras comunidades y que el ministerio de Sanidad estuvo siempre en posesi¨®n de informaci¨®n acerca de qui¨¦n estaba contagiado con el virus y qui¨¦n no. S¨®lo se han registrado 300 casos de contagio de HIV en toda la comunidad et¨ªope, a?adi¨®.