"La poes¨ªa es un complemento que todo el mundo tiene"
Eliseo ?lvarez Arenas, 72 a?os, soltero, almirante de la Armada, ingresa ma?ana en la Real Academia Espa?ola de la Lengua. El mar, raz¨®n de ser del nuevo acad¨¦mico, preocupado por el menosprecio que hist¨®ricamente se ha venido haciendo de la mar en Espa?a, estar¨¢ en el fondo de todas sus reflexiones de su discurso de ingreso, que contestar¨¢ Pedro La¨ªn Entralgo. "El mar y la mar", como suele decir, "cuya influencia y embrujo provoca que quienes viven en ¨¦l, sientan de forma distinta a la de las gentes de tierra". Sus inquietudes y su vocaci¨®n son de poeta, pero su obra literaria y ensay¨ªstica est¨¢ centrada en cuestiones mar¨ªtimas, hist¨®ricas y militares.Pregunta. Llama la atenci¨®n que no haya en su obra nada conocido sobre poes¨ªa, siendo ¨¦sta su vocaci¨®n.
Respuesta. Lo que he escrito es m¨¢s bien ensayo hist¨®rico, estrat¨¦gico en primer plano, pol¨ªtico de alguna forma y t¨¢ctico tambi¨¦n. Dice usted que lo m¨ªo es po¨¦tico. Pues s¨ª, he escrito algo de poes¨ªa. Pero es un complemento que todo el mundo tiene en cierto modo. Aparte de la profesi¨®n, tendemos a la poes¨ªa, al ideal y a lo absoluto l¨ªrico, en cierto modo.
P. La naturaleza del mar, quiz¨¢ le ha venido estimulando su sensibilidad po¨¦tica.
R. Sin duda. Precisamente mi discurso de ingreso en la Academia es una s¨ªntesis de todo eso: el mar como realidad hist¨®rica, terrestre, tel¨²rica o c¨®smica. Y despu¨¦s, la gran influencia que el mar tiene en la vida de los hombres y de los pueblos, en la inspiraci¨®n del arte y del hombre en cuanto poeta.
P. Usted habr¨¢ vivido ese fen¨®meno que se produce en alta mar, cuando el navegante parece que trasciende ante la contemplaci¨®n de su inmensidad...
R. Indudablemente. Basta con estar en la mar: eso ya es una especie de trascendencia. La influencia y el embrujo de la mar provocan que quien vive all¨ª sienta de una forma distinta a los que permanecen en tierra.
P. Estos sentimientos y experiencias, ?tendr¨¢n alguna forma de expresi¨®n en su actividad dentro de la Academia?
R. El que estando en la mar y sinti¨¦ndola recibe ese mensaje que la mar lanza a cualquier horizonte, es capaz de expresarlo de una forma distinta a la normal. Ahora bien, en realidad no hay mucho que aportar a la Academia, pues ya lo tiene todo. Es una entidad eterna por la que han pasado muchas cabezas pensantes. Yo intentar¨¦ hacer lo que pueda, si bien ser¨¢ siempre una soluci¨®n de conjunto de la propia Academia.
P. Hay un vocabulario mar¨ªtimo riqu¨ªsimo. Eso est¨¢ bien recogido en los diccionarios, supongo.
R. S¨ª, porque es historia. El vocabulario, la forma de expresi¨®n, el l¨¦xico, la tecnolog¨ªa, las costumbres, tienen su ra¨ªz sem¨¢ntica. Y lo recoge ese vocabulario que los hombres de la mar utilizan por necesidad, pues viviendo en la mar hay que llamar a las cosas de forma distinta a como lo har¨ªan en tierra.
P. Se suele decir que Espa?a ha vivido de espaldas a la mar.
R. Probablemente haya una explicaci¨®n hist¨®rica. Yo he escrito que nuestra forma de darle la espalda. al mar, de no sentirlo hist¨®ricamente y olvidarnos de lo que es, viene de la ¨¦poca de los Austrias. Los Reyes Cat¨®licos -en definitiva, los reyes espa?oles-, los Trast¨¢mara, los pueblos de la ¨¦poca del Descubrimiento y algo despu¨¦s, sent¨ªan la mar. Pero a partir de ah¨ª, quiz¨¢ la historia, con su evoluci¨®n y sus implicaciones en otras regiones como fueron el centro de Europa y el Imperio, hicieron que las cabezas dirigentes de Espa?a, y con ellas el pueblo, se olvidaran un poco. De ah¨ª que desde hace varios siglos Espa?a no se preocupe del mar.
P. ?Estamos en un momento peor?
R. Puede ser. O quiz¨¢ s¨®lo nos encontremos pasando un bache. Yo no dir¨ªa que estemos peor que hace 80 o 100 a?os. Podr¨ªamos salir de esta situaci¨®n negativa -lo dir¨¦ tambi¨¦n en mi discurso- si fu¨¦ramos capaces de conocer el mar y la mar, con sus factores de influencia en nuestra vida y en nuestra historia. El mar y la mar est¨¢n hoy un poco demod¨¦ en las naciones. Y, sin embargo, nunca pasar¨¢n de moda la mar y las marinas. Se podr¨ªa recuperar la atenci¨®n preferente al mar si todos -pol¨ªticos, escritores y pensadores-, fu¨¦ramos capaces de influir en la mentalidad de Espa?a.
P. ?Qu¨¦ destinos ha tenido en la Marina?
R. Como ya soy viej¨ªsimo, no le voy a enumerar todos. Ahora bien, entre los que m¨¢s me han ilusionado profesionalmente destaca el mando de la fragata Catalu?a, de la que fui el primer comandante, el a?o 1975. Asimismo me ilusionaron el mando de la escuadrilla de fragatas de la Catalu?a, de la flota y de la zona mar¨ªtima del Cant¨¢brico.
P. ?La vocaci¨®n marinera le lleg¨® por tradici¨®n familiar?
R. No. Soy de familia de militares de tierra. Nac¨ª en Ceuta, donde mi padre estaba destinado, y a m¨ª me, dio por la Marina quiz¨¢ por ser una especie de oveja negra.
P. ?De cu¨¢l de sus libros est¨¢ m¨¢s satisfecho?
R. Aparte Espa?ol ante el mar y Teor¨ªa b¨¦lica de Espa?a, que fueron los primeros -obras de juventud, de ilusi¨®n y de esperanza-, Idea de la Guerra quiz¨¢ sea el m¨¢s profesional, denso e importante. Para la mejor comprensi¨®n del mar, El mar en la historia de Espa?a, que se debe, en cierto modo, a un comentario del libro de Juli¨¢n Mar¨ªas La espa?a inteligible.
P. ?Qu¨¦ autores le han llevado a la literatura?
R. Desde luego los cl¨¢sicos. Pero, principalmente, Ortega, la mejor cabeza espa?ola que ha existido desde Cervantes e incluso antes. Lo he estudiado muy a fondo. El primer libro de Ortega lo le¨ª en mi juventud y los siguientes vinieron en salva r¨¢pida, como decimos los marinos al disparar los ca?ones. Otro intelectual a quien admiro much¨ªsimo es Pedro La¨ªn. Fue uno de los que me presentaron a la Academia, junto a Gonzalo Torrente Ballester y Antonio Colino. Ser¨¢ un gran honor para mi que La¨ªn conteste a mi discurso de ingreso. Se trata del acad¨¦mico m¨¢s prestigioso que ha habido en Espa?a durante todo el siglo XX.
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