El ruido de la ley

La superjuez Ana Ferrer, la mujer que ha puesto entre rejas a Luis Rold¨¢n y que hurga contra viento y marea en la extra?a muerte de Susana Ruiz, ha encontrado un nuevo caso: el Instituto Profesional Salesiano, de Carabanchel Alto. La titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 16 de Madrid irrumpi¨® el pasado 28 de diciembre, d¨ªa de los Santos Inocentes, en las aulas de la modesta instituci¨®n religiosa, con el objetivo de verificar si el centro era una guarida de piratas inform¨¢ticos. Acompa?aban a la magistrada dos agentes armados del Grupo de Delincuencia Econ¨®mica de la Polic¨ªa Judicial y un pu?ado de expertos en ordenadores. Los padres salesianos no daban cr¨¦dito a tal desembarco en su colegio, dedicado a la formaci¨®n profesional de 500 alumnos procedentes de la periferia dela capital. "La juez lleg¨® pr¨¢cticamente amenazando con tirar las puertas. Fue algo totalmente desproporcionado", recordaba ayer el director del centro, Javier Garral¨®n. La incredulidad ante lo sucedido persist¨ªa en su voz. ?Por qu¨¦ les miraron debajo de la alfombra con tal ¨ªmpetu? ?Qui¨¦n hab¨ªa detr¨¢s?El inesperado registro fue promovido por una denuncia de la poderosa Businness Software Alliance (BSA), organizaci¨®n formada por los gigantes de la industria inform¨¢tica mundial y cuya finalidad es la erradicaci¨®n de la pirater¨ªa computadorizada, especialmente la reproducci¨®n ilegal de programas de ordenador. Para ello dispone de una l¨ªnea telef¨®nica abierta y gratuita que recoge denuncias an¨®nimas. Ese fue el caso de lbs salesianos: alguien les acus¨® de impartir cursos con programas sin licencia. La denuncia fue revisada por los t¨¦cnicos de la BSA y, acto seguido, puesta a disposici¨®n judicial. Lista para disparar.

La inspecci¨®n y las posteriores actuaciones judiciales han permanecido durante un mes bajo secreto. Ayer, nada m¨¢s levantarse el velo judicial y pese a que a¨²n no se ha finalizado el informe pericial, la BSA decidi¨® hacerlas p¨²blicas en una nota titulada "Los salesianos, intervenidos por pirater¨ªa inform¨¢tica". El comunicado, adem¨¢s, informaba de otros 12 casos de registros por sorpresa.

Tanta traca informativa sent¨® como un tiro a los religiosos. "Esa asociaci¨®n s¨®lo tiene inter¨¦s en llamar la atenci¨®n. La denuncia es una calumnia sin prueba alguna. Es m¨¢s, ya hemos presentado toda la documentaci¨®n de las licencias al juzgado y no se ha adoptado ninguna resoluci¨®n judicial en contra nuestra. Nuestro centro ni siquiera imparte cursos de inform¨¢tica, sino que dentro de las clases. de Electr¨®nica trabajamos con ordenadores. Se trata de que alg¨²n d¨ªa los chavales consigan trabajo", contest¨® el director del centro. Para este salesiano, el pa¨ªs ofrece casos incomparablemente m¨¢s graves.