Cr¨ªmenes de guerra
LOS ACUERDOS de Dayton han permitido avanzar muy seriamente hacia el fin de las hostilidades en Bosnia. Se puede decir que la guerra ha terminado, aunque subsisten puntos calientes en los que pueden reanudarse las hostilidades. Este progreso, important¨ªsimo para los habitantes de Bosnia y para el conjunto de Europa, reabre la Cuesti¨®n del necesario castigo de Ios criminales de guerra.M¨¢s que por las p¨¦rdidas causadas por los combates entre ej¨¦rcitos, la guerra de Bosnia se ha caracterizado por las, matanzas espeluznantes de civiles cometidas por soldados y bandas armadas m¨¢s o menos controladas. A los desmanes habituales en toda guerra, la facci¨®n serbia dirigida por Karadzic y MIadic ha a?adido una pol¨ªtica de eliminaci¨®n f¨ªsica sistem¨¢tica de las poblaciones musulmanas de Bosnia, con el prop¨®sito de realizar la llamada limpieza ¨¦tnica.
La ONU encarg¨® al tribunal de La Haya la investigaci¨®n y castigo de los cr¨ªmenes de guerra en la antigua Yugoslavia. A partir de los testimonios recogidos en su sede, el tribunal ha procesado ya a 52 personas, serbios en su mayor¨ªa y algunos croatas. El tribunal ha pasado ahora a otra fase. Sus equipos de investigaci¨®n buscan en la propia Bosnia pruebas materiales de los cr¨ªmenes. Ello provoc¨® reservas iniciales en los mandos de la OTAN. Recordaron que las fuerzas de pacificaci¨®n de la IFOR, el contingente encabezado por la Alianza, ya tienen bastante con mantener separados a los ej¨¦rcitos y milicias contendientes. Pero, felizmente, se produjo un cambio en esa actitud: la OTAN se comprometi¨® a proteger a los investigadores y a realizar el inventario, con fotograf¨ªas incluidas, de las zonas en que la acumulaci¨®n de cad¨¢veres constituye una prueba tr¨¢gica e irrefutable de la barbarie.
En las cercan¨ªas de Srbrenica, conquistada por los serbios el verano pasado, han sido sido descubiertos cientos de cad¨¢veres enterrados en fosas comunes. Son la confirmaci¨®n de que los esbirros de MIadic fusilaron sumariamente a los habitantes varones de esa ciudad. En el noreste, centenares de cad¨¢veres bosnios est¨¢n apareciendo en las minas de Ljubija, donde las bandas serbias iniciaron su pol¨ªtica de limpieza ¨¦tnica en 1992. Son s¨®lo algunos ejemplos de una realidad pavorosa. En paralelo, el juez Richard Glodstone, fiscal del tribunal de La Haya, va a iniciar la comparecencia de nuevos testigos susceptibles de aportar pruebas sobre los cr¨ªmenes de guerra.
Adem¨¢s de su valor para los futuros juicios, la recogida de pruebas materiales y orales es fundamental para la credibilidad entre la poblaci¨®n bosnia de los acuerdos de Dayton. Centenares de miles de refugiados se resisten a volver a sus casas, pese a que los acuerdos suscritos por los presidentes de Serbia, Croacia y Bosnia especifican su derecho a hacerlo. Saben que los criminales siguen all¨ª y sospechan que nunca ser¨¢n castigados.
Tras esta etapa, centrada en sacar a la luz las pruebas de los cr¨ªmenes e impedir su destrucci¨®n, al tribunal le esperan otras muy complicadas, en particular la detenci¨®n y traslado a La Haya, para su juicio, de los presuntos culpables. Ello exigir¨¢ quiz¨¢ nuevos acuerdos internacionales. Por el momento, la IFOR insiste en que la detenci¨®n de los sospechosos no forma parte de sus misiones, sino de las de una polic¨ªa de la ONU todav¨ªa inexistente. Particularmente conflictivo es el problema de Karadzic y MIadic, que disponen sobre el terreno de fuerzas armadas relativamente importantes, por no hablar de Milosevic, el presidente serbio, convertido ahora en un hombre de paz.
La comunidad internacional se encuentra ante un dilema. Su inter¨¦s estrat¨¦gico es detener, juzgar y condenar a los criminales de guerra para dar credibilidad universal al principio que establece que aquellos que cometen atrocidades gratuitas durante una guerra deben pagarlas. Por otra parte, su objetivo inmediato sigue siendo mantener calladas las armas en Bosnia; ha sido muy dif¨ªcil conseguirlo, y la persecuci¨®n de los criminales podr¨ªa reabrir el conflicto. La soluci¨®n consiste en ir cimentando la paz y preparando las condiciones para los juicios del ma?ana.
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