El voto andaluz

DE TODOS los sondeos electorales publicados el fin de semana, desfavorables al PSOE, el de las elecciones auton¨®micas andaluzas prefigura mejor que ning¨²n otro lo que les puede suceder a los socialistas el 3 de marzo. Su fuerte implantaci¨®n en Andaluc¨ªa ha constituido hasta ahora una especie de seguro o de pasaporte para alzarse con el triunfo en las elecciones generales. De ah¨ª la trascendencia pol¨ªtica que tiene que, por primera vez, se vislumbre una probable derrota del PSOE en su tradicional feudo andaluz, as¨ª como una no menos probable victoria del PP. Ese cambio de posiciones en Andaluc¨ªa casi certificar¨ªa el que podr¨ªa producirse entre los dos partidos mayoritarios en toda Espa?a.El clima electoral que rezuman los sondeos qued¨® ayer bien reflejado en los m¨ªtines previos a la campa?a electoral propiamente dicha. Felipe Gonz¨¢lez, en Zaragona, no pudo pedir otra cosa a los simpatizantes socialistas que esfuerzo y trabajo para superar la desventaja que reflejan las encuestas. En cambio, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, blandiendo en Salamanca su tr¨ªada taumat¨²rgica de "m¨¢s seguridad, m¨¢s trabajo y menos impuestos", empuj¨® un poco m¨¢s a sus seguidores por la senda del optimismo. En Manzanares (Ciudad Real), Julio Anguita insisti¨® en que s¨®lo con "otro partido socialista", liberado del lastre de Felipe Gonz¨¢lez, podr¨ªa IU pactar tras las elecciones. Sin Felipe Gonz¨¢lez en el ¨¢mbito estatal o sin Manuel Chaves en el andaluz.Ante los pron¨®sticos electorales, el l¨ªder de IU en Andaluc¨ªa, Luis Carlos Rej¨®n, dice ahora que "quiere gobernar" con el PSOE, pero con una condici¨®n la renuncia de Chaves a presidir la Junta- que hace inviable de entrada ese acto. Y, sin embargo, la ¨²nica salida estable, de confirmarse los sondeos, ser¨ªa un pacto de gobierno entre el PSOE e IU, dado que el PP quedar¨ªa lejos de la mayor¨ªa absoluta. Se producir¨ªa una situaci¨®n semejante a la que vienen soportando los andaluces desde hace dos a?os, s¨®lo que con el PP al frente de un Gobierno minoritario e inestable.

Pero ese posible pacto, te¨®ricamente factible, se enfrenta a criterios y usos pol¨ªticos que claramente lo impiden. IU se comprometi¨® con sus votantes en 1994 a "determinar" una pol¨ªtica de izquierdas en Andaluc¨ªa y a tirar del PSOE hacia esa posici¨®n ideol¨®gica. Los hechos demuestran que eso no s¨®lo no ha sido as¨ª, sino que la negativa al pacto ha aumentado las expectativas de triunfo del PP. Y encima, tampoco esa actitud parece haber sido rentable para la propia Izquierda Unida, que, de confirmarse los sondeos, perder¨ªa votos y esca?os en las auton¨®micas. Todo un triunfo para la estrategia de la pinza, tan cara en Madrid a Julio Anguita y traducida en Andaluc¨ªa por Luis Carlos Rej¨®n con sublime decisi¨®n. Tantos meses de agobio para acabar sumando votos a la derecha y perdi¨¦ndolos en su propio espacio.