El supuesto testigo del caso de Susana completar¨¢ su relato al salir de la c¨¢rcel
Antonio Moreno, el preso de la c¨¢rcel de Guadalajara que ha confesado que vio a dos personas matar a Susana Ruiz, se ha comprometido a revelar sus nombres cuancio salga de la c¨¢rcel, hecho que se producir¨¢ en cuesti¨®n de d¨ªas. Moreno, de 22 a?os, ha testificado dos veces ante la juez Ana Ferrer: el 22 y el 26 de enero pasados. En ambas ocasiones se ha negado a revelar los nombres de los supuestos criminales. S¨®lo aport¨® que se trata de dos ultraderechistas de Bases Aut¨®nomas, que uno es hijo de "un alto cargo de la polic¨ªa" y el otro "de un senador" y que teme represalias. La delegada del Gobierno en Madrid, Pilar Lled¨®, pidi¨® ayer que si alguien dispone de pruebas sobre la implicaci¨®n de personas relevantes en este caso, las aporte al juzgado. En su testimonio, Moreno indica que conoce a Jos¨¦ Alberto Zamorano Orellana, el rapado que huy¨® tras grabar una cinta en la que tambi¨¦n atribu¨ªa a Bases Aut¨®nomas la muerte de Susana, grabaci¨®n que dio lugar a la reapertura del sumario.
Moreno, que tambi¨¦n perteneci¨® a Bases Aut¨®nomas, dice haber recibido cartas de sus antiguos compa?eros amenaz¨¢ndole para que calle. Seg¨²n este preso, fue el. propio Jos¨¦ Alberto Zamorano Orellana quien le inform¨® a ¨¦l, durante una reuni¨®n de Bases Aut¨®nomas, de que la chica que hab¨ªa visto asesinar en enero de 1993 era Susana Ruiz. El preso asegura que Zamorano Orellana sabe m¨¢s cosas respecto al caso de Susana de las que ha dicho, pero que, como ¨¦l, calla por miedo. "No entendemos por qu¨¦ la juez no los ha careado ya", aseguran fuentes de la familia de Susana.
. El interno asegur¨® en su declaraci¨®n que los padres de los autores del supuesto crimen saben lo ocurrido a Susana y est¨¢n tapando a sus hijos. Seg¨²n Moreno, la ni?a recibi¨® un golpe en la cabeza con un mazo, y luego fue estrangulada. La polic¨ªa ha tildado de falso el testimonio del interno de Guadalajara, y atribuye su declaraci¨®n a una "fantas¨ªa". Tambi¨¦n opin¨® lo mismo de la grabaci¨®n que dej¨® Zamorano Orellana y que dio lugar a la reapertura de las diligencias por orden de la Audiencia de Madrid. El preso ha dicho tambi¨¦n a la juez que, el d¨ªa en, que vio, matar a Susana iba acompa?ado por un amigo apodado Tito, y que ¨¦ste fue asesinado a pu?aladas en abril de 1993, dos meses despu¨¦s del hallazgo del cad¨¢ver de Susana. La polic¨ªa sostiene que el interno miente, pues ha comprobado que el tal Tito -cuyo nombre es Vicente O. V.- fue asesinado en 1990, tres a?os antes de la muerte de Susana, y que, por tanto, no pod¨ªa acompa?arle esta persona el d¨ªa en que supuestamante vio el crimen. El interno, sin embargo, ha subrayado a la juez que la polic¨ªa est¨¢ equivocada y que se trata de otro Tito distinto. El Tito al que ¨¦l se refiere, declar¨® el preso, muri¨® en abril de 1993 en un bar de Torrej¨®n, hoy cerrado.
PASA A LA P?GINA 3
'Dos forenses tildan de "parcial y tendencioso" el informe de Frontela que habla de homicidio
El preso Antonio Moreno sit¨²a el crimen de Susana Ruiz en los aleda?os de una casa entonces semiderruida y hoy desaparecida, situada en un descampado pr¨®ximo a la avenida de Guadal ajara. En esta casa, seg¨²n Moreno, se celebr¨® una fiesta la noche del 9 de enero, fecha en que desapareci¨® Susana. La versi¨®n oficial indica que aquella noche Susana fue vista por ¨²ltima vez con vida, pero no en el caser¨®n al que se refiere Moreno, sino en otro situado entre San Blas y Coslada, donde se celebraba otra fiesta. Ambos sitios distan unos (los kil¨®metros entre s¨ª., aunque est¨¦n por la misma zona.
La versi¨®n oficial concreta que el cuerpo de Susana fue hallado a 400 metros de este ¨²ltimo caser¨®n. La juez Ferrer efectu¨® el 26 de enero una reconstrucci¨®n (le los hechos en el lugar indicado por el interno.
El recluso Moreno ha declarado a la juez que la persona que estrangul¨® a Susana vive en el barrio del Pilar y que tambi¨¦n es miembro de Bases Aut¨®nomas. Seg¨²n Moreno, aquella noche, tras consumir droga fue en busca del supuesto asesino porque ten¨ªa un asunto pendiente con ¨¦l por cuestiones "ideol¨®gicas
Pregunt¨® por ¨¦l a varias personas que hab¨ªa dentro del caser¨®n, y le dijeron que la persona a la que buscaba acababa de salir y estaba por los alrededores. Rastre¨® el lugar, acompa?ado del tal Tito -¨²nico nombre que ha facilitado hasta el momento-, le hall¨® en un camino cercano, justo en el momento en que ¨¦l y otro chico estrangulaban y golpeaban a Susana, seg¨²n Moreno. "Vete de aqu¨ª, yonqui de mierda", asegura el preso que dijo el supuesto asesino al verle.
D¨ªas despu¨¦s del primer interrogatorio del preso Moreno, el catedr¨¢tico de Medicina Legal de la Universidad de Sevilla, Luis Frontela, envi¨® un informe a la juez Ferrer en el que indicaba que Susana hab¨ªa sido estrangulada y que, adem¨¢s, ten¨ªa un golpe en la cabeza. En su informe, Frontela llegaba a "la conclusi¨®n" de que la muerte de Susana fue violenta tras analizar cient¨ªficamente, con microscopio, unas fotograf¨ªas del cadaver.
En concreto, el forense sevillano ha apreciado se?ales de violencia en el cuello de la chica En otro informe que Frontela remiti¨® al juzgado meses despu¨¦s del hallazgo del cad¨¢ver ya avanzaba la existencia de se?ales de violencia en el cuerpo. Adem¨¢s, mencionaba determinadas pruebas forenses que no se hab¨ªan practicado y que, a su juicio, eran necesarias para averiguar la verdadera causa de esta muerte.
Tras conocer el ¨²ltimo informe de Frontela, la juez Ferrer pidi¨® a dos forenses de Madrid -precisamente a los mismos que practicaron la ¨²nica autopsia efectuada hasta el momento a la chica, y que concluyeron que la muerte hab¨ªa sido por causas naturales- que evaluasen la consistencia del informe del catedr¨¢tico.
Hermenegildo P¨¦rez Bola?os abogado de la familia de Susana ha pedido reiteradamente a la juez que autorice la exhumaci¨®n del cad¨¢ver de Susana para hacerle una segunda autopsia. Considera el letrado que la que existe "no aclara absolutamente nada".
Por ello, la juez Ferrer, antes de decidir si autoriza otra autopsia, pidi¨® un informe a estos forenses y al Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa. Los forenses, seg¨²n inform¨® ayer Efe, ya han contestado a la juez. Y aseguran que el informe de Frontela, suscrito tambi¨¦n por otro forense de Sevilla, "muestra una completa ausencia de rigor objetivo y cient¨ªfico, necesarios", subrayan, "para una pericia m¨¦dico-legal".-
. Los forenses madrile?os recuerdan a la juez que Frontela y un colega de Sevilla que firma el informe junto al catedr¨¢tico "desde el punto de vista procesal, son parte. A diferencia", agregan, "de los forenses y peritos que intervinieron en la autopsia [la primera], que son imparciales y cuya ¨²nica motivaci¨®n ha sido la b¨²squeda de la verdad objetiva". Estos forenses aseguran tambi¨¦n que deducir se?ales de violencia de unas fotograf¨ªas "es impropio de cualquier tratamiento cient¨ªfico".Falanges destruidas
Ayer, otro hecho sorprendente se sum¨® a la cadena de revelaciones que sacuden peri¨®dicamente este caso. Diario 16 inform¨® de que el 12 de abril de. 1993, poco despu¨¦s del hallazgo del cad¨¢ver de Susana, la juez Ferrer autoriz¨® la destrucci¨®n de las falanges de las dos manos del cad¨¢ver de Susana. Antes de la remisi¨®n a la juez del informe de la autopsia, el Instituto Anat¨®mico Forense pidi¨® permiso a la magistrada para destruirlas, y ¨¦sta lo autoriz¨®. Forenses consultados por el citado peri¨®dico han indicado que tal destrucci¨®n constituye un grave error, ya que en los dedos pueden hallarse "pruebas fundamentales para determinar, por ejemplo, si hubo forcejeo y resistencia por parte de la v¨ªctima".
El abogado P¨¦rez Bola?os expreso ayer su asombro por la destrucci¨®n de pruebas "tan importantes" para el esclarecimiento de este caso. "En medicina legal no hay precedentes sobre destrucci¨®n de pruebas similares", dijo.
La juez Ferrer no ha decidido a¨²n si autorizar¨¢ una segunda autopsia al cad¨¢ver. Aparte del informe de los forenses que ya tiene en su poder, Ferrer hab¨ªa solicitado tambi¨¦n informes complementarios sobre el dictamen de Frontela al Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa y a la Universidad Complutense. Cuando los tenga todos en su poder, tomar¨¢ la decisi¨®n.
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