La pintura humanista de la Escuela de Londres se exhibe en Barcelona
Re¨²ne obras de Bacon, Freud, Auerbach, Kossof, Andrews y Kitaj
, Pintura y ser humano son los dos elementos que definen la exposici¨®n From London, que re¨²ne desde ayer en La Pedrera de Barcelona los trabajos de Francis Bacon, Lucien Freud, Leon Kossof, Frank Auerbach, Michael Andrews y Ronald B. Kitaj. Pintura, porque los seis artistas han defendido siempre las posibilidades expresivas de este medio, y ser humano, porque ninguno de ellos renunci¨®, como impon¨ªan las modas del momento, a utilizar el cuerpo humano como campo de batalla pict¨®rico para mostrar las contradicciones de este siglo.
"Son obras que hablan por s¨ª solas", indicaba ayer Andrea Rosse, jefa de artes pl¨¢sticas del British Council, entidad que ha organizado esta exposici¨®n, que ya ha sido vista en Edimburgo, Luxemburgo y Lausana y que hasta el 7 de abril estar¨¢ abierta en el centro cultural de la Fundaci¨®n Caixa de Catalunya de Barcelona. En opini¨®n de Rosse, lo m¨¢s interesante es contextualizar estas obras en su momento hist¨®rico: "Tras la II Guerra Mundial, Oskar Kokoschka viaj¨® al Reino Unido y se pregunt¨® si, tras aquella barbarie, era posible volver a pintar el cuerpo humano. Pens¨® que era imposible. Y los americanos tambi¨¦n se hicieron la' misma pregunta y llegaron a la misma conclusi¨®n. Fue a partir de entonces cuando los pintores expresionistas abstractos empezaron a producir sus trabajos y, a trav¨¦s de la CIA, los americanos se aseguraron de que ¨¦sta fuera la voz dominante en Europa. Despu¨¦s de la guerra, un pintor estadounidense, Ronald B. Kitaj, lleg¨® al Reino Unido y decidi¨® instalarse en Londres. A mediados de los a?os setenta mir¨® a su alrededor y le sorprendi¨® que en Londres hubiera un grupo de pintores muy buenos, de reputaci¨®n internacional, pero absolutamente desconocidos. Se le ocurri¨® llamarles Escuela de Londres".Resultaron ser un foco de resistencia imbatible: no persegu¨ªan la fama, aunque seguramente aspiraban a la gloria, pr¨¢cticaban un individualismo extremado y abominaban de las modas y de los dictados de una vanguardia que los hab¨ªa relegado a ser meros ap¨¦ndices de una historia del arte de la que se sent¨ªan aut¨¦nticos herederos. "Todos ellos iban contra la moda abstracta predominante en aquel momento y siempre part¨ªan del mundo real", comenta Rosse. "Cre¨ªan que pintar era mirar el mundo real, no un juego conceptual o formalista, y ten¨ªan a Bacon, el m¨¢s viejo del grupo, como fuente de inspiraci¨®n. De hecho, Bacon fue el primer artista que despu¨¦s de la guerra pens¨® que era posible pintar el ser humano. Aunque ¨¦l no lo pint¨® completo, sino a trozos, mutilado y lleno de sangre". Todos los artistas de este grupo se conoc¨ªan y eran amigos, aunque Bacon acab¨® peleado con todos ellos.
"Ahora que nos acercamos al final del siglo XX, muchos dicen que la pintura ha muerto, que las nuevas tecnolog¨ªas son el futuro", a?ade Rosse. "Yo no estoy de acuerdo, creo que la pintura tiene que rebelarse porque todav¨ªa hoy puede permitir que una persona hable a otra sobre cosas fundamentales. Un mundo sin pintura no me interesa. Esta exposici¨®n intenta afirmar el valor del gran arte y mostrar que con la pintura se puede hablar de persona a persona".
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