Francisco Tom¨¢s y Valiente

Nuevamente con el cobarde asesinato de Francisco Tom¨¢s y Valiente, ETA ha segado una vida cargada de inteligencia, humanismo, defensora de la paz y del bien de todos. El que lo hizo y quienes lo planificaron posiblemente pensaron que as¨ª nos sumergir¨ªan en el caos donde ellos viven, en la noche de la insensibilidad, que es la ¨²nica tiniebla impenetrable, pero no lo conseguir¨¢n, porque, afortunadamente, la fuerza interior que permite al hombre vencer las adversidades m¨¢s grandes volver¨¢ a surgir despu¨¦s de la pena con m¨¢s vigor que nunca. Cuando se asesina a un alma grande, a un esp¨ªritu tan l¨²cido y maestro como el de Tom¨¢s y Valiente, que cre¨ªa que los derechos del hombre deben prevalecer sobre las grandes abstracciones de patria, etc¨¦tera, que a veces tienden a separarnos y empeque?ecemos, se golpea al coraz¨®n de un pueblo, pero no a sus ideales ni a su esperanza de tener un mundo m¨¢s cordial y en paz. Don Miguel de Unamuno, un vasco universal, ya lo dijo: "No nos mata la oscuridad, sino la indiferencia". No podemos seguir, con nuestra pasividad y silencio, favoreciendo las acciones de los malvados, sino m¨¢s bien posicionarnos con nitidez contra ellos y sus obras, y no callar para que nuestros hijos escuchen nuestras palabras de congoja, rabia y nuestro no rotundo y pac¨ªfico. Las estelas de Francisco Tom¨¢s y Valiente y Fernando M¨²gica, dos seres humanos excepcionales, guiar¨¢n nuestro camino.-