"Voy a entrar con o sin su permiso"

El d¨ªa de ayer fue el n¨²mero sesenta de la misi¨®n de paz de la OTAN en Bosnia, dos meses fren¨¦ticos que han visto a la Alianza occidental frenar con pu?o de hierro a los tres ej¨¦rcitos rivales del pa¨ªs. Nada ilustra mejor el dominio de la situaci¨®n por la OTAN que la entrada del coronel norteamericano John Batiste, el s¨¢bado, en un dep¨®sito de armamento pesado del Ej¨¦rcito serbobosnio despu¨¦s de que se le rechazase en dos ocasiones previas."Quiero que sepa que voy a entrar con o sin su permiso", dijo Batiste al oficial serbobosnio que le imped¨ªa la entrada. "Tengo sobre m¨ª apoyo a¨¦reo. Tengo helic¨®pteros a los que puedo orde?ar que vengan en un minuto y tengo artiller¨ªa apuntando aqu¨ª".

Los serbios dejaron paso, al igual que lo hab¨ªan hecho las fuerzas. del Gobierno bosnio y de las milicias croatobosnias ,por todo el pa¨ªs.

Como se esperaba, las mismas y los accidentes de tr¨¢fico se han cobrado sus bajas de la OTAN, pero el n¨²mero de v¨ªctimas ha sido bajo y no ha habido muertes en combate. Aparte de algunos incidentes espor¨¢dicos con francotiradores cerca de Sarajevo, no se han registrado choques de fuerza contra fuerza en Bosnia desde que la OTAN tom¨® el relevo de la misi¨®n de la ONU el 20 de diciembre de 1995.Poder¨ªo disuasorio

Analistas militares afirman que la recepci¨®n pac¨ªfica es una se?al segura de que el poder¨ªo militar de la OTAN y sus recias reglas de actuaci¨®n son demasiado para que las partes en conflicto se atrevan a hacerles frente.

Pero el ¨¦xito de la Alianza en llevar adelante la parte militar del acuerdo ha sido ensombrecido en las ¨²ltimas semanas por las disputas pol¨ªticas que amenazan con minar todo el proceso de paz. Las rupturas en la federaci¨®n croato-musulmana y la rabia serbia por la investigaci¨®n de los cr¨ªmenes de guerra llevaron a los grandes pa¨ªses a convocar a los l¨ªderes de los Balcanes a una cumbre de crisis en Roma. Los comandantes de la OTAN, por el contrario, prefieren fijarse en su indiscutible ¨¦xito sobre el terreno.

Desde que se firm¨® el acuerdo de paz en diciembre, los ej¨¦rcitos de Bosnia se han separado a lo largo de mil kil¨®metros de l¨ªnea fronteriza supervisada por la OTAN, han marcado y clarificado los campos de minas y han abierto carreteras y puentes cerrados durante a?os.

La OTAN, sin embargo, es reacia a dedicar tropas a capturar criminales de guerra, como ha puesto de manifiesto cuando en enero se neg¨® a proporcionar asistencia a inspectores de la ONU que investigaban tales cr¨ªmenes o cuando recientemente trascendi¨® que hab¨ªa dejado pasar por sus controles a Radovan Karadzic, acusado de cr¨ªmenes de guerra. ,