Las cl¨ªnicas admiten que no pueden asumir ahora la privatizacion de la asistencia
La libre competencia exige el fin del funcionariado m¨¦dico, seg¨²n los empresarios
Si el PP se hubiera dirigido a la Federaci¨®n Nacional de Cl¨ªnicas Privadas, cosa que no ha hecho, seg¨²n dijo ayer su vicepresidente Antonio Bartolom¨¦, sabr¨ªan que este sector no tiene infraestructura para asumir a corto plazo la liberalizaci¨®n de la asistencia sanitaria que proponen los populares. "Tendr¨¢n que damos un tiempo" insisti¨® Bartolom¨¦. S¨ª se ven capaces de "resolverlas listas de espera" en las patolog¨ªas menores que ya conciertan con la Seguridad Social, y advierten que la libre competencia requerir¨¢ la desaparici¨®n progresiva del estatuto funcionarial de los m¨¦dicos.
Las 291 cl¨ªnicas privadas con ¨¢nimo de lucro que existen repartidas en Espa?a no se sienten capaces de momento para asumir la asistencia de tres millones de trabajadores aut¨®nomos, seg¨²n dijeron ayer sus representantes. Este ser¨ªa el primer grupo de ciudadanos a los que el modelo sanitario del PP se propone ofrecer libertad deelecci¨®n a trav¨¦s de aseguradoras privadas, mediante un sistema de aseguramiento paralelo al de la Seguridad Social como el que actualmente disfrutan los funcionarios con Muface.
"Que podamos asumirlo, depende de cuantos m¨¢s", dijo Antonio Bartolom¨¦, vicepresidente de la Federaci¨®n Nacional de Cl¨ªnicas Privadas, que agrupa a las m¨¢s representativas del sector, excepto Catalu?a. "Por ejemplo, en Madrid tenemos una poblaci¨®n de 1.200.000 ciudadanos gravitando sobre las cl¨ªnicas privadas y en estos momentos s¨®lo podr¨ªamos asumir unos 300.000 m¨¢s".Si lo que se pretende es libre competencia en. la provisi¨®n de asistencia para abaratar los costes sanitarios, las mismas reglas del juego para todos, vino a decir Bartolom¨¦. En su opini¨®n, para que se pueda generalizar el sistema Muface (cobertura sanitaria p¨²blica en centros privados a trav¨¦s de la competencia de aseguradoras) habr¨ªa que dar, de entrada, plena autonom¨ªa a los hospitales p¨²blicos e ir cambiando el sistema laboral social. "Los m¨¦dicos interinos que vayan entrando deber¨ªan tener contratos como en las privadas. Eso si", matiz¨®, "sin atropellar los derechos adquiridos de los que ya son funcionarios
Los empresarios sanitarios siguen defendiendo que la gesti¨®n privada es m¨¢s barata que la p¨²blica, y no precisamente por los costes laborales, que en la sanidad p¨²blica suponen el 50% del gasto. "La competencia nos obliga a aquilatar, a aprovechar mejor los recursos. Los m¨¦dicos de la sanidad p¨²blica se mueven m¨¢s por la ¨¦tica profesional a falta de otros incentivos", dijo Barlomom¨¦. "Un enfermo cuesta 50.000 pesetas en la sanidad privada y 70.000 en la p¨²blica", insisti¨®. Con este argumento, y declarada previamente la total independencia ideol¨®gica de la federaci¨®n Bartolom¨¦ afirm¨® que "el mejor sistema es vender la asistencia a las aseguradoras, algunas de ellas grandes multinacionales del seguro. El Estado debe ser el garante, en ning¨²n caso deber¨ªa preocuparse por ser el proveedor", a?adi¨®.De momento, el ¨²nico ejemplo de este tipo que existe en Espa?a es el de Muface, sistema de aseguramiento que por el mismo precio de la sanidad p¨²blica ofrece a los funcionarios la posibilidad ser atendidos en centros privados a elegir.Seg¨²n Bartolom¨¦, de ninguna manera selecciona riesgos, como hacen otros seguros privados, que cobran m¨¢s, por ejemplo, en funci¨®n de la edad del asegurado. Sin embargo, eltrasvase que cada a?o se hace de Muface a la sanidad p¨²blica -los funcionarios pueden elegir sistema cada 3,1 de diciembre- est¨¢ protagortizado por enfermos de sida, trasplantes, enfermos mentales y fecundaci¨®n in vitro, la asistencia m¨¢s cara, seg¨²n un estudio de Sanidad de 1993.
Listas de espera
En el terreno en el que se sienten totalmente seguros los empresarios es en el de las patolog¨ªas quir¨²rgicas menores que ingrosan las listas de espera, mucho m¨¢s rentables al ser controlable la estancia. El Insalud contrata actualmente una quinta parte de estas intervenciones, con cl¨ªnicas privadas.
El a?o pasado los centros concertados llevaron a cabo unas 25.000 intervenciones de lista de espera, la mayor¨ªa cataratas, hernias, varices, artroscopias y estirpaciones de prostata. "De haberse seguido el ritmo [de conciertos] impuesto en 1994, el problema [las listas de espera] se hubiera solucionado en un m¨¢ximo. de tres a?os", asegur¨® Bartolom¨¦.
Las cl¨ªnicas privadas se decitaran capaces deafrontar un mayor vol¨²men de intervenciones, siempre que obtengan unamayor seguridad financiera por parte de la Administraci¨®n. "Se montan infraestructuras de acuerdo con unas determinadas previsiones y luego, la Administraci¨®n se ve obligada a recortar sus planes unilateralmente", explic¨® el vicepresidente de la federaci¨®n. Con todo, los recursos privados disponibles en Espa?a, y por tanto susceptibles de contratar, son muy desiguales. Frente al 33% con que cuenta Catalu?a -y muchos de ellos son sin ¨¢nimo de lucro, con participaci¨®n p¨²blica-, Extremadura, Cantabria, o La Rioja apenas disponen de un 1% privado de toda su red sanitaria.
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