Futuro circular

JumanjiLa premisa de, partida es prudentemente interesante: un juego diab¨®lico, una especie de Oca selv¨¢tica en la que todo intento de inicio ata inmediatamente al jugador a un destino macabro hasta que llegue al final del recorrido. Atrapa, en 1969 y en un pueblecito apacible de Nueva Inglaterra, a un ni?o incauto. Veintis¨¦is a?os despu¨¦s, dos ni?os encuentran el juego, comienzan la partida y quedan ellos mismos atrapados. Aunque esta vez se beneficiar¨¢n del saber del que hab¨ªa sido engullido, a quien como es obvio han hecho regresar desde el pasado... y las pobres gentes del lugar pagar¨¢n las consecuencias, s¨®lo para descubrir que, como en Regreso al futuro, se trata en realidad de una peripecia circular, cuya modificaci¨®n en un momento cronol¨®gico determinado cambia todo el futuro.Jumanji se dir¨ªa el cruce m¨¢s o menos afortunado entre una narraci¨®n de aventuras y algunos estilemas del cine fant¨¢stico, versi¨®n considerablemente terror¨ªfica, a lo que convendr¨ªa sumar -como es l¨®gico en toda pel¨ªcula que tenga dentro a Robin Williams- algunos golpes de humor. El filme es algo m¨¢s y bastante menos que esto, en todo caso. Algo m¨¢s, por cuanto integra en su desarrollo un ingente, y a menudo espectacular, arsenal tecnol¨®gico de efectos especiales. Bastante menos, porque lo curioso del punto de partida se hace pronto pura rutina: a cada desastre propiciado por el siniestro juego -mosquitos gigantes, monos malvados, un le¨®n, cocodrilos y un diluvio port¨¢til, plantas carn¨ªvoras, murci¨¦lagos, una estampida de elefantes y rinocerontes...- le sigue uno mayor.

Jumanji es as¨ª un costoso juguete para ni?os m¨¢s bien creciditos, un producto s¨®lo recomendable para quienes le piden al cine un ratito, s¨®lo un ratito, de entretenimiento, y ninguna pregunta complementaria.